El PP ha ganado las elecciones europeas con el 42,23 % de los votos; había tenido el 41,21 % en 2004; ha crecido un punto porcentual. El PSOE ha obtenido el 38,51 %; había tenido el 43,46 %; ha bajado casi 5 puntos porcentuales.

La abstención ha sido casi la misma que en las anteriores. Han votado el 46 % de los electores; en 2004 el 45,94 %. En las últimas generales la participación fue de algo más que el 75 %. Pero en toda Europa, de media, es más baja aún.

Con ese resultado Mariano se consolida -por los pelos pero se consolida- como líder en el PP; aunque él esperaba un resultado mejor, con ese le vale. Mariano dice que el cambio de tendencia anticipa su ansiado triunfo sobre ZP: ¡a la tercera irá la vencida! Y ahora, por fin, ya tiene bajo control al partido: se muestra como el líder indiscutido; pero enseguida ha salido la lideresa a atribuirse una parte sustancial del triunfo, y a decir que Rajoy es el rey del bando del PP en el tablero de ajedrez de la política española. Gallardón sin dar la cara; por si acaso está de viaje.

José Luis piensa que su derrota es dulce; cree que aunque hubiera sido peor la derrota tampoco pasaría nada -se le echa la culpa a la crisis y listo-. Se consuela diciéndose que a los demás partidos socialistas en Europa les ha ido peor que al PSOE y que todos los que están gobernado, del signo que sean, bajan -la crisis-. Piensa además que lo de que Rajoy haya ganado le asegura que él será su oponente en las próximas generales: es mejor enfrentarse a Rajoy que a cualquier otro. En eso acierta. Pero al paso que va perderá.

Y ambos dicen que la abstención sólo ha sido un poco peor que las últimas elecciones europeas: ¡sólo es levemente menor que la media de Europa!

La lectura adecuada no es la que hacen. La abstención de más de la mitad del electorado en una selecciones europeas es un mal síntoma; aún peor si se reitera, y aún peor si es un mal general en toda Europa. La realidad es que al PP le han votado 221.823 electores más que en las anteriores europeas. Poco, muy poco más para lo mal que lo está haciendo el PSOE con la gestión de la crisis. Mariano no despega. Al PSOE le han votado 708.612 electores menos que en las anteriores europeas. Un palo severo para quien no ha sabido transmitir más que dudas y tibieza frente al reto descomunal de la crisis. Esa es la lectura y no otra. Pero ellos a lo suyo: a engañarse a sí mismos y a jugar con todos nosotros.

Seguiremos yendo a votar en las elecciones sucesivas; pero insisto: ¡qué aburrimiento!