El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

Categoría: Reflexiones personales (página 2 de 8)

ILUSIONES

Durante un tiempo, cuando era aún niño, tuve la idea de hacerme cura, cosa que desató el entusiasmo de mi abuela paterna Dña. Pilar García. Un entusiasmo, por otra parte, muy medido; realmente nunca la vi interesada a fondo por casi nada que no fuera hacer novenas, una tras otra. Cuando ya tenía catorce años decidí que esa no era mi vocación y se lo dije a mi abuela. Puso una cara de tremenda decepción y dijo: ¡ Gustavín: ilusión perdida! Aún no le he perdonado el comentario. ¿Soy rencoroso?
Pero ¿qué es una ilusión? La palabra Ilusión viene del latín illūsus, que es el participio de illudĕre, verbo que significa burlar. Y nuestro diccionario de la RAE señala como primera acepción para ilusión: “concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos”. Y algo ilusorio es algo bien engañoso, irreal, ficticio o algo de ningún valor o efecto, nulo. Pero como bien señala Julián Marías en su “Breve tratado de la ilusión” -libro que os recomiendo-, es a partir del romántico siglo XIX cuando la palabra ilusión adquiere nuevos significados, como: “esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo” o “viva complacencia en una persona, una cosa, una tarea, etc…” señalados como acepciones segunda y tercera por el citado diccionario de la RAE.
Aunque un iluso es alguien “engañado, seducido” o “propenso a ilusionarse, soñador”. Yo, pese a los avatares de la vida y de los años que acumulo, sigo ilusionado con muchas cosas e ilusionándome cada día con cosas nuevas; y no creo que por eso sea un iluso.

FASCINACIÓN

Dice el diccionario de la RAE que fascinación es atracción irresistible. La fascinación también tiene que ver, según el diccionario citado, con la acción de mirar con atención especial a algo o a alguien, no apartar la mirada de lo que nos fascina, observar de ese modo, especialmente atento, las acciones de alguien; mirar es así mismo revisar, registrar, tener en cuenta, atender, pensar, inquirir, buscar, informarse…; y también es cuidar, atender, proteger, amparar o defender a alguien; incluso mirar es tener algo en gran estima, tener mucho amor y complacerse en las gracias o en las acciones de alguien.
Aunque también dice el diccionario que fascinación es alucinación o engaño: claro que mientras uno está fascinado es imposible ver si lo que nos atrae irresistiblemente es una realidad o una alucinación.

¡Y luego hay quien dice que el lenguaje da poco de sí!

NO HAGÁIS NADA QUE NO OS GUSTE HACER

Parece una invitación a ser caprichoso o a ser frívolo, pero es algo mucho más profundo: es un consejo para triunfar, un camino seguro para alcanzar el éxito. ¿Por qué?: porque si hacéis sólo lo que os guste hacer, todo lo haréis bien, y eso os llevará al éxito.

A cada uno de nosotros, lo que nos gusta hacer es aquello que hacemos bien y lo que no nos gusta hacer es aquello que hacemos mal.

No intentéis hacer todo bien, centraos en hacer lo que os guste más hacer y hacedlo bien, lo mejor posible, cada vez mejor; y huid de hacer aquello que no os divierta, porque lo haréis mal. Divertirse en el trabajo es la única forma de poder triunfar. Buscad la diversión en el trabajo diario y encontraréis el éxito.

Hay que saber perserverar y no dejarse seducir por los que predican el sacrificio y la disciplina. La disciplina debe venir de la pasión por lo que se hace. Y entonces el sacrificio no es tal; cuando uno se entrega con pasión a lo que le divierte más hacer, también es un gozo hacerlo hasta el límite de las fuerzas.

¡A divertirse!

NO SOY OBJETIVO, PERO SÍ HONESTO

Hoy he leido esta frase: «no soy objetivo, pero sí honesto». Joe Sacco, entrevistado en EL PAÍS, porque acaba de publicar «Footnotes in Gaza» un cómic en el que con realismo de fondo y atención a los detalles expone la situación actual de los palestinos, la pronuncia. La frase me ha hecho pensar. ¿Qué es ser objetivo? Yo creo escribir con realismo de fondo pero con atención a algunos detalles. Lo que uno percibe es lo que le emociona y hay en la realidad muchas cosas que emocionan y otras que ni se perciben.

Cada uno tiene una visión necesariamente subjetiva de la realidad que le rodea. Si es honesto, ¿esa visión será objetiva? No, será simplemente honesta aunque sea subjetiva.

La objetividad es una entelequia. En todo caso la objetividad sería la suma de las visiones subjetivas de todas las personas que opinen sobre algo. Y ¿sólo consideramos las visiones honestas, las genuinas, o metemos todas aunque sean arteras, interesadas y falsas? ¿Quién tiene «objetividad» para discriminar las opiniones?: nadie.

No aspiro a ser objetivo pues, para mí, siendo honesto, ya lo soy; pero para los demás siempre seré subjetivo, aunque espero que se me considere honesto.

Tengo mis opiniones y no trato de que los demás las compartan si al exponerlas no soy convincente. Respeto las visiones de los otros, no me molesta que opinen diferente, me parece lo lógico. Odio las sectas y amo apasionadamente la independencia. Y me llaman la atención algunos detalles que a otros les pasan desapercibidos. De eso escribo. ¡Qué le vamos a hacer!

PARA ALGUNOS NO HAY CRISIS

La independencia de los Consejeros de las grandes empresas, que son quienes tendrían que velar por los intereses de los accionistas – de todos, y no de parte de ellos -, no existe. En España 138 personas son consejeros en dos o más compañías de las 133 que cotizan. Alguno como Demetrio Carceller está en seis.  Lo gracioso es que los Consejeros, en muchos casos, figuran como independientes, sin serlo; incluso a veces figuran como independientes en el mismo consejo en el que el año anterior figuraban como dominicales.

Los informes anuales de gobierno corporativo de las empresas que configuran el Ibex 35 muestran que esas empresas tienen 82 consejeros ejecutivos y 480 altos directivos, que obtuvieron en 2008 una retribución media de 915.000 euros por persona, sin contar las pagas extraordinarias, plurianuales o las aportaciones a los fondos de pensiones. Alfredo Sáenz, Consejero Delegado del Santander, encabeza el ranking con 9,3 millones y además 12 millones de euros para mejorar su fondo de pensiones. Emilio Botín, presidente de la entidad, es discreto y sólo es el cuarto mejor pagado entre los consejeros ejecutivos del banco con 5,42 millones, a lo que hay que añadir 1,78 millones por un plan trienal de opciones y lo que su fondo de pensiones se elevó:  2,65 millones. Francisco González, el presidente del BBVA, tiene 5,7 millones de sueldo, más 3,3 millones en acciones por un incentivo plurianual y 11,22 millones de aumento del plan de pensiones. Ignacio Sánchez Galán, el presidente de Iberdrola ganó 6,5 millones más una gratificación de 10,24 millones.

Éstas son compañías con miles de pequeños accionistas y con miles de trabajadores. Y esta gente tan bien pagada es la que tendría que ocuparse de defender bien sus intereses. ¿De qué se están ocupando, en realidad, aparte de llevárselo crudo? Igual les da tiempo y todo a ocuparse de mejorar la gestión para satisfacer mejor a todos los interesados: clientes, accionistas, trabajadores, etc. Pero yo, a la vista de lo que hay, lo dudo, lo dudo, lo dudo…

Insisto en que todo esto es obsceno, profundamente indecente y debería provocar la indignación de todos. Pero parece que estamos anestesiados.

Page 2 of 8
1 2 3 4 8
« Siguientes entradas Recientes entradas »
' : ''; ?>