Me encanta que pillen a los tramposos y que les metan mano: 1.380 millones de multas de la Comisión de la Competencia de la UE a cuatro fabricantes de vidrio para coches que habían formado un cártel.

Casi 900 millones de euros a Saint-Gobain, por reincidente, 370 millones a Pilkington, 113,5 millones a Asahi, ya que colaboró en la investigación, y 4,4 millones a Soliver.

Entre las cuatro tenían el 90 % del mercado en la UE del cristal de automóviles nuevos y de repuestos oficiales y, de 1998 a 2003, se lo estuvieron repartiendo contingentándolo de forma estable, reuniéndose en varias ocasiones al respecto.

La comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes ha declarado que «estas compañías engañaron a la industria del automóvil y a los consumidores durante cinco años», «no toleraré estas prácticas ilegales: si haces trampas, recibirás una multa importante». También apuntó que esas prácticas ilegales «no son ventajosas para ellos y tampoco para los accionistas».

¡Atentos a las dimisiones! Ya veréis cómo los golfos responsables de esto no salen de inmediato de las empresas por voluntad propia. La culpa no es de nadie y si acaso le echarán la culpa a alguien de tercer nivel. ¡Y los accionistas callados!