Ha dicho el inefable Presidente de la CEOE, D. Gerardo Díaz Ferrán, que hay que abaratar el despido. «Ante problemas excepcionales, el Gobierno tiene que tomar medidas excepcionales». El señor Díaz considera que la economía internacional atraviesa «la peor crisis que ha pasado el mundo occidental» y propuso abaratar el despido. «Tenemos que situarlo al nivel de los países del entorno de España».

A mí me parece que este buen señor, como cualquiera de nosotros, tiene cara de lo que realmente es. Por favor, mirad una foto reciente cualquiera de él y sabréis a qué me refiero. Si la cara es el reflejo del alma: ¡vaya alma que debe tener el respetable caballero! No es que descalifique a la gente por ser mal parecida o por ser fea, yo lo soy, pero es que hay muchas maneras de ser feo. Hasta los treinta años tienes la cara que Dios te dio pero a partir de entonces se te va poniendo la cara que tú te has ido haciendo. Muchos somos los que somos feos, pero lo del señor Díaz es otra cosa. A mí no me gusta nada. Claro que no es a mí a quien tiene que gustar.

Pero vamos a lo importante, cuando este señor se mete en este jardín sabe por qué lo hace, para hacerse el visto. No es otra cosa. Él está ahora muy presente en los medios porque tiene un gran lío interno en la patronal desde que decidió mandar a su casa a su Secretario General. Pero tiene razón en lo que se refiere a abaratar el despido, aunque yo creo que él no sabe lo importante que sería de verdad y no es consciente de lo que ha dicho y menos aún de que objetivamente tiene razón. Claro que debería pactarlo con los sindicatos ofreciendo contarpartidas en lugar de proponerlo en los periódicos para hacerlo imposible.

Enseguida ha salido nuestro también inefable Presidente Sr. Rodríguez Zapatero,  que dice, desde la sede de Naciones Unidas, que «abaratar el despido no ayudaría a recuperar esa confianza que necesita el sistema financiero”. ¿Quién había hablado de relacionar una cosa con otra? Cada día estoy más convencido de que no entiende nada de economía y no se asesora bien.

También los sindicatos han dicho “la crisis actual no tiene origen laboral, por lo que las soluciones no deben plantearse ahí». Tampoco nadie ha relacionado que sea la causa sino que ayudaría a salir de ella. Aquí, en los sindicatos, tampoco parece que hay mucha ciencia económica acumulada. Ayer oí a los dos máximos representantes de los sindicatos por radio y me parecieron patéticos.

En fin, todo el mundo haciendo demagogia o lo que es peor exhibiendo su ignorancia. Estoy casi seguro de que es eso y no otra cosa.

Seamos serios y reconozcamos las evidencias, aunque no sea políticamente correcto. Según Doing Business somos el país número 160 en cuanto a rigidez del mercado laboral. Y si no es fácil reasignar los recursos los reajustes tardan más en producirse, se sale peor de las crisis y a todos nos cuesta mucho más, incluidos a los despedidos. Ojead estos índices del informe citado:

Indicador

España

Región

OCDE

Índice de dificultad de contratación

78

25,7

Índice de inflexibilidad en los horarios

60

42,2

Índice de dificultad de despido

30

26,3

Índice de rigidez laboral

56

31,4

Costos por despido (salarios semanales)

56

25,8

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ya dijo que la evolución del mercado laboral será clave para determinar si «la fase de ajuste va a ser rápida y poco profunda» o «intensa y prolongada».

Yo también pienso lo mismo, aunque me incomoda estar de acuerdo con algo dicho por Díaz Ferrán. Y yo también podría haberme callado, pero es que es verdad.