El grupo SOS Cuétara ha confirmado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que pretende vender su Proyecto Tierra, aunque no ha recibido aún “ninguna oferta en firme”.

El proyecto contemplaba una integración vertical hacia atrás, que a nuestro juicio no tenía sentido, para promover nuevas explotaciones de olivar de alto rendimiento. Se trataba de poner en marcha 10.000 hectáreas anuales, para lo que se planteaba una inversión de entre ocho y diez millones de euros al año, para intentar cubrir el 30% de las necesidades de aceituna del grupo para refinar y envasar aceites de oliva.

A la vista del creciente poder negociador de la distribución y la cada vez mayor cuota de las marcas blancas, de la política protectora del olivar de la UE, de la crisis del consumo por la crisis económica y de la caída del comercio internacional, el sector de los refinadores y envasadores de aceite de oliva está pasando por un momento especialmente malo. Pero el momento del sector olivarero es aún peor. Y esto es estructural.

El sector olivarero opera en un entorno estratégico genérico competitivo, en competencia cuasi perfecta, mientras que el refinador-envasador lo hace en un entorno cada vez más concentrado. ¿Quién ha sido el genio al que se le ocurrió meterse en esta integración vertical hacia atrás para entrar en un negocio condenado a no tener márgenes apreciables nunca, más allá de algunas coyunturas climáticas específicas? Para que una integración vertical hacia atrás sea posible el sector que compra debe tener poder negociador sobre el sector que vende el suministro, pero para que tenga sentido esta estrategia el sector proveedor debe tener también poder negociador, porque si no ¿a qué comprar el negocio del proveedor -olivareros- si se puede comprar el suministro al coste medio que supone producirlo?

El mundo es viejo y no hay tantas cosas nuevas bajo el sol. Desde luego siempre ha habido gente poco avisada en puestos de responsabilidad y, por lo que parece, la va a seguir habiendo. Esperemos que sean pocos.

Dicen que entre los interesados en la compra del proyecto está la empresa portuguesa Sovena, fabricante del aceite Hacendado, marca perteneciente a Mercadona. ¡Atentos! Yo creo que no comprarán, pero si lo hacen, ya sabéis que es lo que pienso de quienes tomen esa decisión.