Dice Esperanza Aguirre que pretende que se abra en el PP, de cara a su próximo Congreso, un debate de ideas.

¿Qué ideas son las que tiene Doña Esperanza?: ella dice que es liberal.

D. Gregorio Marañón (1887-1960), un auténtico y genuino liberal, dijo: “Ser liberal es estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y no admitir jamás que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin.”. ¿Es, entonces, Esperanza Aguirre liberal? Mi opinión es que, a la vista de las dos consecuencias de serlo que planteaba el Dr. Marañón, no lo es, por más que se autoproclame como tal o por más que haya formado parte de aquel Partido Liberal del que se dijo, en su día, que cabía, todo él, en un taxi. En todo caso, Aguirre sería lo que se denomina ahora una neoliberal o una neoconservadora. Es decir una representante de la derecha más genuina.

Y Don Mariano ¿qué piensa?; ¿cuál es el pensamiento de Mariano Rajoy? Aunque él dijo, en el cierre del último debate a dos de la última campaña electoral, aquello de: “todos saben lo que yo pienso”, ¿se sabe realmente qué es lo que piensa Rajoy? Él se proclama un político de centro reformista, y, pese a que sus bandazos y dudas permanentes no aclaren mucho quién es exactamente Rajoy desde el punto de vista ideológico, puede que realmente lo sea. Supongamos que es así.

A mi parecer, lo que le conviene al PP y al país es que el partido se centre. Pero, aunque Rajoy ganara el Congreso, ¿podría Rajoy hacer que el PP emprendiera de verdad el tan cacareado y necesario viaje al centro? Pensamos que no le resultaría fácil con la que está cayendo en el partido, tanto si gana el Congreso a la búlgara, sin oposición ni candidaturas alternativas, como si lo ganara frente a una candidatura de Aguirre por la mínima, o incluso si lo ganara por goleada. Cada vez que insistiera en esa línea los medios más radicales le pondrían a “caer de un burro” y el desgaste para el PP sería enorme.

Cuando Aznar designó en Agosto de 2003, después de más de un año y medio de suspense, que Mariano era el elegido para ser el sucesor, Rodríguez Zapatero dijo textualmente: «Supongo que él estará contento. Yo les aseguro que también estoy contento». Fue una buena premonición; ya le ha ganado dos veces las elecciones. La primera, cuando Rajoy se presentaba como el preferido designado por Aznar por su “sencillez, discreción y templanza” y, manteniendo esa imagen sencilla, discreta y templada, estaba bastante claro que iba a ganar, hasta que la incomprensible reacción de todo el Gobierno Aznar frente al tremendo atentado del 11 M, le hizo perder. La segunda, cuando rodeado de la guardia que el propio Aznar le había puesto, con Zaplana y Acebes al frente, se radicalizó y practicó durante cuatro años una forma de oposición poco templada, discreta o sencilla, insistiendo en el error que había llevado a perder las elecciones. ¿Sería capaz de ganarle a Rodríguez Zapatero a la tercera? ¿Qué tendría que hacer en la oposición, radicalizarse o ser una oposición colaboradora y razonable como la que hizo en su día el PSOE frente a Aznar? Lo tiene crudo; salvo que el PSOE lo haga muy mal, lo más previsible es que no ganará, haga lo que haga.

Pero, ¿qué pensaría ahora Rodríguez Zapatero de un hipotético triunfo de Esperanza Aguirre en el Congreso de Valencia? ¿Repetiría la frase que usó para saludar la elección de Rajoy como líder del PP y diría?: “Supongo que ella estará contenta. Yo también estoy contento.”

No creo que Aguirre pudiera centrar el mensaje del PP, más bien sería lo contrario, y si fuera así tampoco será fácil que ella pudiera ganar en unas elecciones generales al PSOE.

Gustavo Mata