El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

¿POR QUÉ NO TE CALLAS?

José María Aznar clausuró ayer las Jornadas de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) en la que había intervenido el día anterior Paul Krugman. Sin justificar ni motivar sus afirmaciones, faltaría más, dice, contra lo expuesto por el Premio Nobel de Economía, que la crisis no se convertirá en una gran depresión como la de 1929. «El riesgo es bajo”. ¡Uff!, ¡Qué alivio! Ahora que Aznar, gran autoridad en el origen y la extensión de las crisis económicas, ha hablado, respiro tranquilo. ¿No le da vergüenza hablar de lo que no conoce?

Encima, después de que las ideas sobre economía  que mantiene, las mismas de Bush, hayan demostrado su capacidad para generar la crisis, se enroca en ellas y sigue con su cantinela, como si de un mantra budista se tratara; incapaz de decir otra cosa: propone el recorte del gasto público para superar la crisis y una «nueva oleada de privatizaciones de empresas públicas» -¿quedan?-. ¿No sabe que lo que hace falta es inversión masiva del estado para poder salir de este lío?

Dijo también que «vuelve a ser el momento de la política con visión amplia y sentido histórico» para España. ¿No querrá que volvamos a Irak? ¿A qué llama este caballero sentido histórico? Con su pasado falangista ¿no será la recuperación del imperio y la unidad de destino en lo universal de José Antonio Primo de Rivera lo que propugna para España?

Además dijo que considera imprescindible reabrir «un debate sereno en torno a la energía nuclear, incluidas las centrales de nueva generación», y otro para recuperar el Plan Hidrológico Nacional, ya que es «un grave error, además de ser inconstitucional» la política que pretende «atribuir la propiedad de los ríos españoles a cada Comunidad Autónoma». Menos mal que dijo algo razonable.

Para terminar dijo que «no hay espacio para políticos con minúscula», cuando es evidente que él sigue ahí, dando la lata, en manifiesta contradicción con lo que dice. ¿O es que él es un político con mayúsculas? La historia pone a todos en su sitio y él es un mediocre; claro que el actual Presidente de Gobierno es otro mediocre, pero eso no le hace a él grande.

1 Comentario

  1. Pués sí, querido profesor. Estoy de acuerdo.

    Ya sabemos que «la ignoracia es muy atrevida», y generalmente el atrevimiento suele ser una herramienta de la que abusan los mediocres. Al final va a resultar que en la vida, como en la física, todo se rige por leyes. Aquí podríamos aplicar la termodinámica, y terminar enunciando algo así como que «la capacidad de los políticos tiende a la entropía». No hay más que detenerse a evaluar a los que teníamos hace 30 años, y lo que tenemos ahora. Necesitamos otro Big Bang sociopolítico.

    Fuerza y valor
    Fran

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