El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

HAY QUE INVERTIR EN EDUCACIÓN

Esto está claro, hay que gastar en educación. La educación rinde resultados casi de inmediato. No es verdad, como se suele decir, que haya que esperar una generación para ver el resultado de los planes educativos. Cada vez que alguien se educa aprende algo y el resultado es enormemente importante, para él y para todos. Aunque sea enseñarle a leer un periódico, educar a cualquiera en algo, mejorar sus competencias en lo que sea, aumentar su información sobre cualquier cosa, minorar su ignorancia o su falta de habilidades es tremendamente importante.

Por ejemplo, es muy urgente invertir ya en educación de algunos de los Ministros del Gobierno. Es el caso del Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien ayer ha asegurado que la crisis financiera «debería estar finiquitada en dos meses una vez que retorne la confianza a los mercados”.

Finiquitar, en su primera acepción, es un término más bien financiero relacionado con firmar el finiquito de una cuenta, es decir con saldar algo; aunque, coloquialmente, se puede aplicar a acabar, concluir, rematar algo; y, en otro ámbito, en el de los malos cronistas taurinos, se emplee retóricamente diciendo “el morlaco fue finiquitado con eficacia por el espada”. En la Escuela de Ingeniería Industrial de la Politécnica de Madrid en la que estudié había un genial y famosísimo bedel, apodado Barrabás, al que recuerdo con inmenso cariño, con su anacrónico, ya entonces, bisoñé rubio, que tocaba la trompeta en los fines de semana en una orquestina, que cuando avisaba a los Catedráticos y Profesores de que el tiempo de clase había acabado -entonces los timbres eran una grosería y te avisaba de la hora una persona tan genial como mi entrañable amigo – decía muy castizamente: “D. Luis, no agote Vd. a los muchachos, el tiempo ha finiquitido”.

Pero dejemos mis recuerdos y volvamos a D. Celestino Corbacho, tan extremeño como catalán -ambas cosas igualmente respetables-, tan populista como ignorante -ambas cosas aborrecibles, aunque con un poco de educación lo de ser ignorante se quite más fácilmente que lo de ser populista-. Para mejor conocimiento de a qué me refiero, traigo aquí como muestra algunas de las perlas de su intervención de ayer: “La crisis financiera se debe acabar y pronto… todo lleva a pensar que la crisis financiera debería estar finiquitada en dos meses y después debería comenzar un factor de confianza»; “a la actual crisis global a veces es difícil de verle la cara»; «no es que no haya dinero… los bancos deberían comenzar a conceder créditos, ya”; «en el Banco Central Europeo cada día entran millones y millones de euros a depósito, pero no van a créditos a las entidades financieras”. Y así toda la intervención… Luego de demostrar su ignorancia en la cosa de la economía, habló de lo suyo, de la cosa del paro: la Encuesta de Población Activa (EPA), no le «sorprendió»; «sin quitarle importante al dato del incremento del paro…, la tendencia será de crecimiento del empleo, pero más atenuadamente que en septiembre y octubre» añadió. Y así…

Un monstruo el amigo Celestino Corbacho Chaves; ex alcalde de L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y ex Presidente de la Diputación Provincial de Barcelona, que antes fue Vicepresidente primero de la misma y desde 1983 Concejal y luego Teniente de Alcalde y Portavoz Municipal en L´Hospitalet. El 12 de abril de 2008 fue designado Ministro de Trabajo por Rodríguez Zapatero. Muy buena carrera política, aunque el amigo Corbacho tenga algunas severas carencias de formación y de información que debería y podría subsanar con diligencia y con esfuerzo.

Corbacho no es el único iletrado y, lo grave de verdad, el único ignorante trabajando en política. Hay muchos más: en el PSOE y en el PP. Tampoco es que para ser un buen político sea absolutamente necesario ser Abogado del Estado o Registrador de la Propiedad: tampoco funciona bien ni Soraya Sáenz de Santamaría ni el propio Rajoy. Claro que lo contrario tampoco ayuda nada y los ejemplos son tantos que sobra ponerlos aquí.

A mi entender, un poco de formación previa y un mucho de prudencia a la hora de manifestarse ayudaría mucho a los políticos y nos ayudaría a todos a sentirnos mejor.

3 Comentarios

  1. Querido profesor:

    Estando de acuerdo en tu planteamiento, déjame que te diga que, en lo concerniente a la clase política, la pérdida de valores y principios han sido constantes a lo largo de los últimos 30 años. Nuestros políticos, patrios y extramuros, han ido sustituyendo la noble tarea de dedicación a los asuntos del pueblo, por un creciente afán de sostenimiento y promoción de los asuntos propios. ¿Porqué nos pasa esto?. No todo se lo podemos achacar a la LOGSE.

    Tenemos los dignos representantes de una sociedad acomodada en exceso, adoradora de la acaparación material, consumidora hasta extremos sonrojantes, insolidaria con la pobreza y la injusticia social que inunda el planeta, dilapidadora del preciado y escaso tiempo de que dispone, ajena a los valores que nos dio nuestra penosa historia evolutiva, distante de principio alguno y apegada a un individualismo egoista y rancio que nos impide divisar el precipicio que nos aguarda como especie.

    Todo esto, y más, es en lo que nos hemos convertido casi sin reparar en ello. Y ahora, la inercia nos trae las soluciones de ayer transformadas en duros golpes, y la sociedad se hace la sorprendida.
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    De acuerdo en la necesidad de educar. De recuperar las virtudes del esfuerzo, la dedicación, el sacrificio, etc, etc,. Es indispensable, ciertamente. Pero me preocupa más como salvar ese muro, sedimentado bajo la acción del tiempo, la codicia y la avaricia de unos cuantos, sobre la mente colectiva.

    Cambiar los malos hábitos de esta sociedad extraviada, que no sabe donde quiere ir, no va a ser nada fácil. Me da la sensación de que al final, el poderoso influjo de la ambición volverá a flotar en el aire una vez que pase la dura tormenta. (¿Será que el aire no solo es Oxigeno, Nitrógeno, y unos cuantos gasecillos?)

    Ayer, discutía con un cercano familiar. Le ha comprado la Wii (consola de moda) a su hija, sólo porque es una de las pocas que no la tenía en su clase. Mi hijo (6 años), tampoco la tiene, y al margen de la posible conveniencia o no de poseerla, me sorprendía el argumento por el cual debía hacer lo mismo y comprarsela. «Para que no le aislen sus amiguitos». Sorprendente. Comprar, adquirir, tener,, todo para ser, al menos, como los que nos rodean.

    ¿Cómo se cambia esta dinámica social?,, ¿Cuanto tiempo nos llevará?..y, sobre todo,,¿estamos dispuestos a cambiarla?

    En fin,,,voy a preparar mi telescopio que la noche promete.

    Fuerza y Valor
    Fran Romero

  2. En lo que concierne a la vida estaríamos siempre en lucha con el medio exterior, por una parte, y con el resto de los seres vivientes, por otra.

    Y en el plano de la cultura nos «educaríamos» (conscientemente o no) por el aprendizaje de la repetición, por la adaptación a los esquemas sociales, por la educación en un hacer como, en un ser como, sin descubrimientos ni innovaciones decisivas.

    Hay una “lucha” pues entre adaptación al cambio y entre lo que es la repetición o la adopción de esquemas prefijados o repetitivos a través de la educación.

    Por ello yo creo que el modelo de educación que hemos tenido en los últimos años no ha ayudado mucho. Y luego está esa confrontación con todo aquello que nos viene como innovación desde las nuevas tecnologías, hay quien opina que gracias a la globalización podrá haber universidades en las naciones mas pobres o que llegarán servicios sanitarios a todas las poblaciones más necesitadas. Y nos damos cuenta efectivamente del progreso que representa la técnica.

    Pero en lo que es conocimiento interior de uno mismo, saber estar en relación de armonía con el mundo, en eso no hemos progresado nada, más bien hemos ido hacia atrás y cuando Occidente con su superioridad técnica se compara con Oriente vemos que no es superior, no hay esa integración real de culturas, ni esa búsqueda de serenidad, en eso es superior Oriente, una vez más, aunque todo ya está mistificado en el contexto de la economía global.

    Apostar por la educación significa que se puede cambiar el compromiso y el significado de la vida, y también supone el estar en relación con el entorno que nos rodea y con la gente.

    Por otra parte, hoy día se “habla” mucho por los medios pero se desprecia el “escribir”, normalmente son las personas que siguen cultivando el arte y el trabajo de escribir las que pueden comunicar y expresar un lenguaje más sutil y cultivado para no quedarse en lo que ya viene siendo habitual en nuestros políticos, en la frase vacía de contenido, en la forma de eludir entrar en los problemas. Debiéramos exigirles a nuestros políticos que explicasen los problemas y no que sólo los justificasen.

    Ishtar, blandiendo un arco por la educación para todos.

  3. Estoy de acuerdo contigo, Isthar. Pero, ¿como puedar dar explicaciones quien con tanta dificultad imprime coherencia a sus justificaciones?

    Es mucho más simple. El que no sabe, es como el que no ve, y además, su desconocimiento cuesta un riñón al erario público.

    Fuerza y Valor.
    Fran

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