Leo que la UE levanta las sanciones a Cuba. Son más que nada testimoniales. Pero me alegro.

Amo a Cuba y amo a los cubanos. Son maravillosos. A ver si se libran de sus demonios particulares pronto y encuentran su camino al futuro de una vez sin que les molesten los americanos del norte, pues además de evitar a sus propios demonios, para arreglar el lío que tienen, deben evitar otros demonios cercanos -de injerencias «yankees» han tenido ya, históricamente, lo suyo-.

Ayer ví un video de Castro con Chávez y me pareció su fantasma. ¿Sería eso?

«Aunque tú me has dejado en el abandono y aunque tú has roto todas mis ilusiones, en vez de maldecirte con justo encono, en mis sueños te colmo de bendiciones.» Esto se lo pueden cantar los cubanos a cualquiera de nosotros: les hemos dejado en la estacada tantas veces… y, encima, nos quieren.