“Cuando p´a Chile me voy, cruzando la cordillera, llevo el corazón contento, una chilena me espera”

Tomado, con todo respeto al copyright, de una canción muy popular de la que desconozco al autor.

A mí, cuando vuelva a Chile, no me esperará una chilena, como al autor de la canción, sino muchas y muchos de mis entrañables amigos chilenos de los que he tenido el honor de ser profesor. ¡Estoy deseando volver!

Me encanta Chile y me encantan los chilenos. No son obvios, son orgullosos, son singulares, son genuinos, pero… son maravillosos. Hace poco tuve una fantástica reunión amistosa en España, en torno a una buena mesa, con un buen grupo de chilenos, lo que junto a la excelente experiencia de dictar clases para ellos en Santiago y aquí, me ha dejado una huella imborrable en el corazón.

Chile es inmensamente largo e increíblemente estrecho. Más de 4.000 Km de Norte a sur y apenas 100 Km de ancho, entre el mar y la cima de la cordillera, Los Andes, que la acompañan fielmente, como una espina dorsal, de Norte a Sur. Por eso su diversidad geográfica y climática es tremenda; desde los desiertos del Norte, los más extremos y de menor humedad ambiental del mundo, hasta casi la Antártida, en Tierra de Fuego, con sus fiordos. Los Andes, enormes, increíbles, magníficos, y la corriente oceánica muy fría, llamada de Humboldt, que corre paralela a la costa de Sur a Norte, condicionan el clima, muy lluvioso en el sur y extremadamente seco en el Norte. La placa de la litosfera que está frente a Chile se hunde literalmente bajo la capa en la que está el continente dando lugar a esos tremendos Andes y a frecuentes terremotos y volcanes en erupción. Y Chile tiene el amplísimo Pacífico enfrente, en un hemisferio Sur con mucha menos tierra que mar, lo que supone un gran reto estratégico.

Chile tiene muchos recursos para la agricultura, la ganadería y la silvicultura. También tiene una enorme reserva de Cobre y otros minerales, pero carece de gas y de petróleo.

Chile es la nación más culta y educada de América del Sur y tiene un eficiente sistema público de salud, con participación privada bien articulada y también un excelente sistema de educación.

En la última década, el número de líneas telefónicas, de teléfonos móviles, de ordenadores personales y de conexiones a Internet han crecido muchísimo y eso junto con el buen nivel educativo mejora la productividad del país. También las infraestructuras son mejores que en el resto de Sudamérica. Las autopistas son privadas, de peaje, lo que ha permitido que la inversión pública se centre en la red secundaria. También los ferrocarriles que se vuelven a desarrollar. Aunque la forma de trasladarse por el larguísimo país es casi siempre el avión.

Chile ha optado por el libre mercado de forma radical y en consecuencia se centra en producir lo que hace mejor y en importar el resto. Productos agrícolas, madera, pesca, vinos, y productos mineros: Cobre, Molibdeno, Yodo y Nitratos. Y también en los servicios que son ya más de la mitad del PIB: comunicaciones, servicios financieros, a empresas, comercio, hostelería y restauración, personales, etc. Es una economía muy abierta. El proceso de apertura se inició en los años setenta, cuando las exportaciones representaban apenas un sexto del producto; hoy superan el tercio. El comercio exterior es la principal fuente de crecimiento. Entre 1993 y 1998, ha firmado acuerdos de libre comercio con todos los países latinoamericanos (incluida su asociación con MERCOSUR en 1996), con México (1991), Canadá (1997), Estados Unidos (2004), los países centroamericanos (2001), la Unión Europea (2002) y Corea del Sur (2004). El tratado con la UE incluye comercio, cooperación técnica y política, garantizando acceso libre al mercado europeo de los productos exportados por Chile.

Chile es un país, política y administrativamente, muy centralizado. El país cuenta con uno de los sistemas políticos más estables de América Latina. Desde la Constitución de 1833, ha sufrido pocas interrupciones autoritarias. Los episodios más traumáticos de esta evolución fueron el enfrentamiento civil de 1891, como consecuencia del cual se recortaron las competencias del Presidente de la República en favor del Congreso, la dictadura del General Ibáñez (1924- 1931) y la del General Pinochet (1973-1990).

Crecimiento, estabilidad y equilibrio fiscal han sido los objetivos fundamentales de la política económica. El crecimiento ha permitido reducir la pobreza extrema, la mortalidad infantil y la desnutrición. Sin embargo aún hay grandes desigualdades en la distribución de la renta. El sistema sanitario público da cobertura a dos tercios de la población. El sistema de pensiones es gestionado por administradoras privadas desde 1980. Hay un bajo endeudamiento público. Los altos precios del cobre les han favorecido en estos años y han sido administrados de forma prudente. Sin embargo recientemente hay tensiones inflacionistas. La balanza de bienes y la de cuenta corriente arrojaron superávit. Los excedentes animaron el ahorro y la inversión. El consumo privado, en cambio, ha tenido una recuperación más lenta. En los últimos años, los sectores más dinámicos han sido el pesquero, las comunicaciones, la agricultura y silvicultura, y el transporte. Esta evolución se ha traducido en una mejoría en el mercado de trabajo; el desempleo viene decreciendo lentamente.

Chile es un buen destino para la inversión, Chile tiene el stock relativo, en términos del PIB de inversión extranjera directa (IED) más importante de América Latina. La IED se ha orientado preferentemente a la minería, electricidad, gas y agua, servicios (especialmente bancos, sociedades de inversión y seguros), e industria. La Unión Europea fue origen de más del 40%. De esta última parte, España aportó más de la mitad, seguida del Reino Unido y de los Países Bajos, por lo que España es el primer inversor en Chile. Las oportunidades de negocio están en frutas, frutos secos, acuicultura: aunque la producción de salmón se halla en declive, están en auge otras especies: crustáceos, rodaballo, merluza y esturión. La producción forestal también se encuentra en alza. En el sector industrial, maquinaria no eléctrica, plásticos, vidrio y caucho. En los servicios  software, servicios a empresas, call centers y servicios financieros. El turismo es otra actividad en expansión, principalmente en la costa, en la zona de los lagos del sur, y a lo largo del extenso litoral de fiordos e islas entre Puerto Montt y Puerto Natales.

Maite, te va a volver loca Chile y los chilenos. Disfruta y haz buenos negocios, pero vuelve que te esperamos.

PS. los datos están tomados de un artículo de Omar de León en el informe país de la última edición de Claves de la economía mundial editada por ICEX