El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

Etiqueta: dinero negro

LOS PARAÍSOS FISCALES, LAS BASES DE LOS NUEVOS CORSARIOS

La piratería es casi tan antigua como la propia navegación. Proscritos y delincuentes en rebeldía atacaban en aguas internacionales fuera de la jurisdicción de país alguno, desde sus navíos piratas – es decir sin pabellón nacional, sólo bajo la bandera negra con las tibias cruzadas y la calavera – a los demás navíos, para robar la carga y capturar a los pasajeros por los que luego se pedía rescate o a los que se vendía como esclavos.

Para atacar al Imperio de España, algunos países, singularmente Inglaterra, Francia y Holanda, -aunque el Imperio turco también lo había hecho antes en el Mediterráneo con los piratas berberiscos del Norte de África- decidieron institucionalizar la actividad otorgando patente de corso a determinados piratas lo que les permitía hostigar a los navíos españoles sin necesidad de declarar formalmente la guerra a España. Son los famosos corsarios, tan piratas como los otros, pero piratas por cuenta ajena, cuyo socio era el monarca de turno que les otorgaba protección y se quedaba con un porcentaje del botín. Enrique VIII e Isabel I de Inglaterra se distinguieron por promover estas actividades con tanto entusiasmo que llegaron a ennoblecer a algunos famosos corsarios como premio a los servicios prestados; así fue con Sir Walter Raleigh, con Sir Francis Drake y con su tío Sir John Hawkins, entre otros muchos más tan famosos como Morgan, Cavendish, etc. Pero por mucho que los ennoblecieran, aunque fueran corsarios, no dejaban de ser piratas.

Hoy en día, frecuentemente al amparo de los mismos territorios que antes servían de puerto base a los corsarios de antaño, en las colonias del Caribe, pero no sólo allí,  se practica una nueva piratería: la de quienes se refugian en los paraísos fiscales para evitar pagar impuestos, para eludir el control fiscal o para almacenar dinero de procedencia ilícita: el llamado dinero negro.

La Isla del Tesoro está localizada -hay muchísimas en el mar y en tierra firme- y ”John Silver el Largo” ya no tiene pata de palo, ni entre sus colegas abundan los parches en el ojo tuerto, ni suelen llevar un loro en el hombro; llevan trajes de Armani. Allí, a los paraísos fiscales, van a llevar su dinero los traficantes de cocaína, los promotores inmobiliarios, los políticos corruptos y toda clase de delincuentes; pero no sólo ellos, cualquiera de nosotros, además de forma legal, puede llevar sus ahorros a un paraíso fiscal y eludir la mayor parte de los impuestos. Claro que si tienes mucho dinero hacerlo te resultará facilísimo y  si eres un modesto ahorrador casi imposible. ¡Ya se sabe!: lo de siempre.

Casi cada país tiene sus paraísos fiscales, en un ejercicio de hipocresía institucional de tamaño descomunal. Se estima que albergan una cuarta parte de la riqueza mundial. Si esta gente pagara impuestos en sus países de origen, con ese dinero, se podrían atender a todos los compromisos del milenio auspiciados por la ONU para desterrar la pobreza del planeta de los que hemos hablado profusamente en este blog.

La OCDE, que ha tratado de combatir el fenómeno pero con escaso éxito, tiene identificados treinta y tres paraísos que al menos «hacen esfuerzos de intercambio de información» mientras que cinco -Andorra, Liberia, Liechtenstein, Islas Marshall y Mónaco – ni eso, “son absolutamente refractarios”. La ONU tiene identificados casi 80.

Ahora, con la crisis -no hay mal que por bien no venga-, Nicolas Sarkozy, presidente de Francia y presidente de turno de la Unión Europea, con el apoyo, esta vez sí, de Alemania, insta a tomar medidas urgentes contra las zonas offshore, o paraísos fiscales: «propongo un sistema muy simple, que ninguna institución financiera escape a la supervisión y a la regulación. Los agujeros negros de los paraísos fiscales deberían dejar de existir».

Si lo hacen podremos empezar a confiar en su voluntad de arreglar esto.

¡Basta ya de hipocresía institucional! Hay que acabar con todos los refugios de los golfos.

Pero, ¿será verdad?

¿SERÍA ÚTIL UNA AMNISTÍA FISCAL AHORA?

Ya sé lo poco simpático que es esto, pero sería probablemente muy útil, desde casi todos los puntos de vista.

Según Casimiro García Abadillo, de EL MUNDO, el Gobierno estudia ofrecer incentivos fiscales para hacer aflorar el dinero negro obtenido en buena parte en el sector inmobiliario.

“La idea, que cuenta con partidarios y detractores en el propio Ejecutivo, pasa por estimular a los particulares para que ingresen en los bancos los más de 108 millones de billetes de 500 euros que hay en circulación en nuestro país”; “esto podrían dar a la banca la liquidez que, en estos momentos, necesita. Y eso ayudaría a relajar su restricción crediticia, de manera que las entidades volvieran a dar préstamos a las empresas y a las familias que los demandasen.”

No me ofrece mucha credibilidad este caballero, el periodista, y no sé si la noticia tiene o no fundamento, pero la idea no me parece mal.

Hay más de 54.000 millones de euros en billetes de 500, que son la forma en la que el dinero negro se almacena en España, a la espera de oportunidades de lavarlo. Sería muy bueno que entraran en los circuitos financieros.

Yo no haría una amnistía fiscal ni desviaría el dinero a la banca sino al tesoro público, donde tendría más garantías para los que se acogieran a la medida; yo cargaría fiscalmente con un tipo único de, por ejemplo el 10%, a todo aquel que aflorara dinero negro invirtiéndolo en letras del tesoro especiales para este efecto, a un plazo largo, dos años, que no se pudieran negociar ni vender antes de su vencimiento, y que estuvieran remuneradas con un tipo de interés de mercado.

La medida sería aplicable sólo para personas físicas y jurídicas españolas y tendría un límite por cada contribuyente.

No tengo ni la menor idea de si es posible tomar una medida así en un estado miembro de la UE. A lo mejor tenía un efecto llamada importante y aparecía por aquí el dinero negro de toda la Unión a lavarse a través de testaferros. ¿Alguno de mis amables lectores nos puede resolver la duda?

ECONOMÍA SUMERGIDA

El otro día en una tertulia en radio interconomía, un contertulio ilustraba lo mal que está la situación comentando que muchos empresarios estaban amagando con pasarse a la economía sumergida para capear el temporal. Me escandalizó con la naturalidad con la que se manejaba ese argumento, como dándole cierta legitimidad a quien se sumerge como reacción a la crisis, que es culpa del gobierno, ¡claro!, y por tanto si no hacen nada pues yo me sumerjo. ¡Intolerable! Sí, pero ¿hay mucho de esto?

También me escandaliza la encuesta en la que un tercio de los directivos españoles reconoce que no perdería un negocio por tener que pagar un soborno. ¡Qué vergüenza! ¿Así estamos?

El dinero negro es una de las asignaturas pendientes de nuestra economía. ¿Se combate con firmeza la economía sumergida en España? Los delitos y faltas relacionados con el fraude a la Hacienda Pública se persiguen con muy poco entusiasmo. ¿Por qué? Ayer el suplemento de Negocios de EL PAIS se dedicaba en gran parte al tema del dinero negro y abría con una información inquietante: uno de cada cinco euros en España, se escapa a los controles.

El tráfico del dinero negro se basa en los billetes de 500 euros. ¿Es difícil investigar esto? ¿Qué resultados se han obtenido con las investigaciones que se han hecho?

Una parte importante del fraude se concentraba en la actividad inmobiliaria. ¿De verdad hay alguien que piense que es difícil hacer una investigación a fondo sobre este tema? A mí me parece sencillísimo. Es un delito bien fácil de investigar. ¿Por qué no se hace? ¿Será porque al final de la cadena puede que esté la financiación de los propios partidos?

En España no hay una clara conciencia de que lo público es nuestro, pero puede que tengan parte de la culpa los partidos políticos que parecen pensar muchas veces que lo público es suyo. Debemos considerar a todos los políticos y funcionarios, quienes viven del erario público, nuestros empleados y exigirles un comportamiento consecuente. Con educación pero con firmeza. Somos ciudadanos, no súbditos. Ellos se deben a nosotros, están a nuestro servicio. Por cierto, para rebajar el gasto público habría que plantearse que todos los asesores desaparecieran. Cada vez que un partido gana unas elecciones locales, autonómicas o generales coloca a una gruesa nómina de asesores a vivir del erario público. No paran de aumentar, a cada cambio de gobierno se incrementa la cantidad de asesores. Es una vergüenza y nadie se queja. ¡Los pagamos cada uno de nosotros!

El otro gran mal, que incide gravemente en la economía sumergida es el tráfico de estupefacientes y ahí hemos hecho un dramático ejercicio colectivo de dejación de responsabilidad en los últimos lustros. Despenalizar el consumo de drogas fue un error histórico. Ser complaciente con el tráfico ha sido y es un crimen horrible. ¿Se hace todo lo que se puede? Todo parece indicar que no. Apenas se habla del tema. ¿Quién está detrás de ese asqueroso entramado? ¿Ya estamos corrompidos por las mafias? ¿Es reversible?

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