El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

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MICROECONOMÍA DE CONTRASTE PARA NEOLIBERALES CONVERSOS. LECCIÓN 7

Ahora mismo no se atreve nadie; haría falta demasiado morro, pero más pronto que tarde volverán a parecer los dogmáticos neoliberales como aparecen las setas después de una lluvia en otoño. ¡Atentos! Nunca han faltado. Estimularán su aparición, una vez más, los cínicos, y lo harán en cuanto vuelvan a necesitar de su complicidad para poder volver a abusar de todos los ilusos; los ilusos que enseguida se creen las respuestas que los dogmáticos tienen para todo, aquellos débiles mentales que nunca piensan por sí mismos, los pobres hombres, los  que creen que sus problemas y los de la sociedad se pueden arreglar con un recetario, o con un libro más o menos sagrado, o con una teoría económica o social simplista proporcionada por el dogmático de turno – me da igual que sea el marxismo que el liberalismo -.

Ahora todos parecen inclinados a cambiar el sistema imponiendo de nuevo normas severas para controlar los mercados, pero insisto, pronto empezaremos de nuevo a ver a los predicadores de la no intervención en los cruces de los caminos largando sus sermones mientras que los sinvergüenzas al amparo de la relajación se vuelven a forrar a costa de los ilusos indefensos. Suelo decir que los dogmáticos “creen” y por eso no necesitan pensar; ya tienen las respuestas a todas sus posibles preguntas. Los escépticos no paramos de hacernos preguntas, porque no estamos seguros de nada; somos refractarios a los predicadores de verdades reveladas porque no renunciamos a lo más humano del hombre: sus dudas, su capacidad de poner todo en cuestión constantemente como único elemento de progreso en el conocimiento. Pero quedan los cínicos que, como ahora acaban de hacer, no tiene el menor recato en poner a los principios a trabajar para ellos. Si me van bien los dogmas los abrazo, si no me convienen apostato, cuando me vuelvan a convenir ya me convertiré de nuevo. Y mientras tanto los ilusos sin atreverse a mandar al cuerno los principios del dogma y a pensar por sí mismos porque ¡da tanta pereza dudar y preguntarse todo de nuevo cada día!

¿Por qué no se suicidan? Los muertos están muy tranquilos.

Los escépticos tal vez no somos tan felices como los ilusos pero no hay quien nos pueda manipular. Somos libres.

Para haceros pensar en quién se lo lleva crudo mientras el contribuyente financia la intervención, que por cierto no va a destinada a regalar las casas que los pobres hipotecados hasta las cejas no han podido pagar, como era previsible, sino a garantizar que los bancos que prestaron sin garantía cobren, os reproduzco algunos datos: los CEO´s de las dieciséis compañías más afectadas por la crisis ganaron en 2007, 334 millones de dólares (236 millones de euros), un 30% más que en 2005. Daniel Mudd de Fannie Mae tendrá derecho a una indemnización de 8 millones de dólares si le despiden; Richard Syron el de Freddie Mac casi el doble: 15 millones; John Thain de Merrill Lynch y sus dos lugartenientes, los que fichó hace algo más de un año cuando se hizo cargo del puesto, se van llevar 200 millones de dólares si les echan; Robert Willumstad de AIG que lleva sólo tres meses en el puesto se llevaría 7 millones.

¿Será verdad lo de que no hay cosa más tonta que un pobre de derechas? A veces pienso que mucha gente debe pensar que puede que sea igual de tonto que un rico sea de izquierdas.

Para terminar un consejo: no os echéis al monte que así tampoco se arregla nada. Pero que no os roben el pensamiento nunca más los dogmáticos, sean del signo que sean. Sed libres aunque sea incómodo, lo otro es un suicidio de la mente y de la voluntad.

Amén.

MICROECONOMÍA DE CONTRASTE PARA NEOLIBERALES CONVERSOS. LECCIÓN 6

LOS PRINCIPIOS DE LA TEOLOGÍA NEOLIBERAL SE PUEDEN MANDAR AL LIMBO CADA VEZ QUE LOS INTERESES DE QUIEN LA DEFIENDE SE VEAN AFECTADOS

“Where have all the neoliberals gone, long time passing, Where have all he neocons gone, long time ago”

Eso podría cantar hoy Bob Dylan, al comienzo de este otoño sin flores y con los neoliberales en desbandada. ¿A dónde se han ido los predicadores de que el estado y su intervención en la economía eran el problema y no la solución?

Veamos el vertiginoso zig-zag reciente –ahora intervengo, luego no intervengo, después vuelvo a intervenir- de la Administración de George W. Bush. Primero, no hace un mes, interviene para impedir que las dos grandes hipotecarias -Freddie Mac y Fannie Mae, empresas que finalmente tenían una garantía pública desde su constitución, aunque fueran privadas- se hundan. Pero luego, después de un fin de semana en Wall Street lleno de intentos de que alguien se hiciera cargo del desastre de Lehman Brothers se vuelve a aplicar el principio del que la hace la paga y no se impide la quiebra. Claro, entendida la lección, inmediatamente después, Merrill Lynch es salvado in extremis por la compra de Bank of America. Claro que después del mensaje dado que no se puede acudir a salvar cualquier cosa, sin solución de continuidad, no queda otra que acudir al rescate de la primera aseguradora del mundo AIG a punto de quebrar.

Pero el problema es más grave: todos los ídolos de la hoguera de las vanidades de Wall Street están tambaleándose: Morgan Stanley, Goldman Sachs, HBOS, Washington Mutual… Y además las bolsas de todo el mundo se hunden. Los especuladores toman posiciones a la baja sobre todos los valores sospechosos. Todavía se hunden más. La FED no puede parar esto bajando los tipos que ya son casi 0. Y entonces Bush, se “cisca” definitivamente sin ambages en los principios neoliberales y anuncia la creación de una gran agencia que adquiera los activos tóxicos -¿quién será el agente tóxico que todo lo contamina me pregunto yo?- y prohíbe las compras a la baja a plazo y a crédito en bolsa. El coste de la medida anunciada es aún incalculable, pese a ello todos se parapetan tras el argumento de que costará a las familias americanas mucho menos que la alternativa. ¿Será ésta la primera verdad qué dicen o será otra mentira más?

Hay que fastidiarse, después de tener que aguantar lo que hemos aguantado a los dogmáticos del no intervencionismo y del libre mercado sin restricción alguna tenemos que ver esto: George W. Bush el pontífice máximo de esa nueva teología neoliberal poniendo en marcha una intervención sin precedentes que puede llegar a representar según el economista Kenneth Rogoff, entre el 7% y el 14% del PIB, o sea entre un millón o dos millones de millones de dólares.

Ahora todos claman por una supervisión que impida el caos que ha generado el liberalismo sin control. Hasta John McCain se ha convertido al intervencionismo y al control rígido de los mercados cayéndose súbitamente del caballo neoliberal que graciosamente montaba, como cayó Saulo mientras perseguía cristianos para después de la caída convertirse al cristianismo. Dice McCain que hay que limpiar Wall Street. Hay que ver esto de la proximidad de las elecciones lo que ayuda a flexibilizar las posturas.

¡Ay!, ¡si yo tuviera una escoba, cuantas cosas barrería!

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