Me inquieta esta noticia sobre esta modalidad de estafa. Y esta otra también, incluso más que la anterior.

Con el ingenio que nos carateriza y con la cantidad de golfos por metro cuadrado que hay, pese a lo serios que son nuestros bancos, ¿cuántas golferías de estas habrá por aquí? ¡Miedo me dá pensar en la posibilidad.

¡Dios nos libre!