Hoy he leido esta frase: «no soy objetivo, pero sí honesto». Joe Sacco, entrevistado en EL PAÍS, porque acaba de publicar «Footnotes in Gaza» un cómic en el que con realismo de fondo y atención a los detalles expone la situación actual de los palestinos, la pronuncia. La frase me ha hecho pensar. ¿Qué es ser objetivo? Yo creo escribir con realismo de fondo pero con atención a algunos detalles. Lo que uno percibe es lo que le emociona y hay en la realidad muchas cosas que emocionan y otras que ni se perciben.

Cada uno tiene una visión necesariamente subjetiva de la realidad que le rodea. Si es honesto, ¿esa visión será objetiva? No, será simplemente honesta aunque sea subjetiva.

La objetividad es una entelequia. En todo caso la objetividad sería la suma de las visiones subjetivas de todas las personas que opinen sobre algo. Y ¿sólo consideramos las visiones honestas, las genuinas, o metemos todas aunque sean arteras, interesadas y falsas? ¿Quién tiene «objetividad» para discriminar las opiniones?: nadie.

No aspiro a ser objetivo pues, para mí, siendo honesto, ya lo soy; pero para los demás siempre seré subjetivo, aunque espero que se me considere honesto.

Tengo mis opiniones y no trato de que los demás las compartan si al exponerlas no soy convincente. Respeto las visiones de los otros, no me molesta que opinen diferente, me parece lo lógico. Odio las sectas y amo apasionadamente la independencia. Y me llaman la atención algunos detalles que a otros les pasan desapercibidos. De eso escribo. ¡Qué le vamos a hacer!