El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

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CRÓNICAS MEXICANAS, III

Candelario Baldenegro Leyva, 31 años, y su esposa Juana de Jesús Ortiz García, 27, acababan de poner gasolina a su coche cuando quedaron en medio del fuego que iba dirigido contra el comandante de la Policía Ministerial del Estado de Sinaloa, Miguel Ángel Santacruz Armendáriz. El comandante, al verse atacado  aceleró y, ya gravemente herido, fue a estrellarse contra un autoservicio que estaba frente a la gasolinera, al otro lado de la carretera. Candelario, notó que algo raro pasaba: unos ruidos metálicos en el cristal trasero y un intenso dolor; varios disparos se habían incrustado en su coche y una de las cien balas disparadas por los fusiles AK-47 de los asesinos para acabar con la vida del comandante le había herido a él de muerte. Salió del coche, cayó boca abajo; sólo le quedaba fuerza para llamar a su esposa: “Juani, Juani, ayúdame”. Cuando ella salió del coche tuvo que tirarse al suelo, pues de nuevo empezaron los disparos; al otro lado de la calzada los sicarios estaban rematando a su víctima. “Juani, háblale a alguien, me duele mucho” –dijo él – “Ay, no te dieron, niño… nada más te hirieron; ahorita va a llegar la ambulancia” – dijo ella -. Pocos minutos después Candelario moría en los brazos de su esposa. Siete meses después Juani acude aún a las sesiones de psicoterapia del programa de Atención a Víctimas del Delito, de la Procuraduría General de Justicia del Estado. Cuando visita la tumba de Candelario, ve cada vez más mujeres y huérfanos de la violencia en el cementerio con las que habla para darles ánimo y trasmitirle su entereza, después de todo ella es un ejemplo; es la primera viuda de la llamada “narco guerra” y eso imprime carácter.

Alma Trinidad Herrera, es contable; su hijo Cristóbal, de 16 años, murió el 10 de julio pasado en un ataque armado de otro grupo de asesinos; con él murieron dos profesores de la UAS, padre e hijo, y seis personas más. El caso sigue sin esclarecerse. La vida de Alma ha cambiado desde aquel día aciago. “Cada vez que escucho un helicóptero la piel se me eriza y digo, ¡Dios mío, qué no vaya a haber otra madre más de alguna víctima inocente”!. Ella ha organizado marchas y participado en manifestaciones; en distintas ocasiones ha solicitado, sin éxito, audiencia con el gobernador. “Ya no hayamos ni qué hacer”, “pedirle a Dios, a no sé quién, ya no más violencia. ¿A quién le va a pedir uno? Las autoridades no te quieren escuchar. Lo único que puedo hacer ahora es decirle a la autoridad que se compadezca de estas madres que hemos estado en esta guerra sin querer, esta guerra en la que ellos mismos nos han puesto. Porque ahora todos los que estamos aquí en Culiacán corremos el mismo peligro. Dicen ellos (las autoridades) que van a traer carros blindados, y a nosotros, ¿qué nos van a dar?: ¿chalecos antibalas?; ¿o nos van a blindar a nosotros también? Porque yo tengo mucho miedo”. Se acuerda cada minuto de su hijo: “Es la primera Navidad que voy a pasar sin él”, dice llorando.

En los cuatro años de gobierno de Jesús Aguilar Padilla se acumulan 3.030 asesinatos cuyos responsables, en su gran mayoría, están impunes. La muerte le puede aguardar a cualquiera en el próximo semáforo en Sinaloa. Nunca hubo tantas víctimas ajenas a todo.  En la calle, mientras esperaban el transporte público o la luz verde del semáforo, o mientras caminan hacia su casa después de trabajar, cualquier día, cualquiera puede caer bajo las balas.

No sólo son asesinatos, en Sinaloa también se baten records de asaltos a sucursales bancarias -100-, de robos de coches, de conflictos carcelarios, … en fin de todo tipo de delitos. Pero, pese a la presencia más que notoria de militares y agentes de las policías federal, estatal y municipal por todas partes en el estado, la plaga no cesa.

Martín Amaral, periodista y sociólogo, perdió a su hermano Iván, agente de la Policía Estatal Preventiva, que fue asesinado, junto a cinco compañeros, cuando patrullaban por la colonia Villa Universidad frente a la Ciudad Universitaria; al llegar a un semáforo fueron masacrados por un grupo; ninguno ha sido detenido. Martín dice: “Culiacán, Tijuana y Ciudad Juárez han vivido la narco bonanza y la narco asimilación cultural; ahora están sumidas en el narco terror. En Sinaloa hay una omertá tropical, una adaptación del uso de la mafia siciliana, una ley del silencio que hace que se prefiera el silencio a la delación por miedo a las represalias”.

Tomás Guevara, investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, responsable del Programa de Investigación Representaciones Sociales de la Violencia, dice: “Hay una idea de temor, de preocupación, de miedo, de desconfianza, de incertidumbre, la gente no sabe qué va a pasar y un principio fundamental de la psicología es que el ser humano no puede vivir en la incertidumbre…No habría ningún problema si las víctimas fueran exclusivamente gente coludida en estos delitos, pero el problema es que, sí es cierto, hay víctimas inocentes, hay mujeres, hay niños, que no tienen nada qué ver con el asunto y que caen muertos o gravemente heridos, y eso sí preocupa a la gente, porque entonces se trastoca la tranquilidad de la población”,

Pero el mal está enraizado. El ejército, que ha sido utilizado masivamente en el conflicto por el Presidente de la República Felipe Calderón, también está contaminado. Cada año 20.000 soldados desertan; la mayoría para ingresar en las filas de los narcotraficantes. La Secretaría de la Defensa Nacional estima que de los casi 500.000 implicados  en el narcotráfico en México una tercera parte cuenta con antecedentes militares.

CRÓNICAS MEXICANAS, II

Todo México peregrina a la Basílica de Guadalupe durante todo el año. Cada día se puede ver a los peregrinos andando de rodillas los escasos doscientos metros de la explanada antes de la puerta de acceso al templo. Tiene el suelo pulido y brillante de tanto arrastrar sus rodillas por la piedra los penitentes. Otros empiezan su caminar de rodillas mucho antes, desde el puente papal que da acceso a la zona de la basílica. Es una escena que impresiona al que la ve por primera vez, pero que se puede contemplar cada día del año. Pero el día 12 de Diciembre de cada año la peregrinación es una locura. Una multitud de cientos de miles de mexicanos, procedentes de todo el país, llegan a la basílica para venerar a la Virgen, que para los mexicanos es algo más que para otros católicos; es mucho más: “es nuestra madrecita” dicen, y vienen para agradecer los favores recibidos en este año, pagando así sus “mandas” (promesas o votos); para hacerle nuevas peticiones: “¡que nunca faltan la necesidad en casa del pobre!”; y lo más importante, vienen a cantarle a la Virgen las Mañanitas en su día como harían con su mamá de la tierra en su santo. La Virgen es para todos los mexicanos mucho más que para ningún otro pueblo, su imagen está en todas partes. Desde siempre los indígenas veneraban a la madre tierra y ahora siguen venerándola bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe. Ayer se cumplieron 477 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac.

La mayoría emprenden la peregrinación, a menudo larga, caminando, otros lo hacen en bicicleta, otros en camión, o en lo que sea,… y tienen imaginación: es un espectáculo verlo. Viajan con tan sólo unos pocos pesos en el bolsillo, que a lo mejor son todos sus ahorros, llenos de fe de ilusión y de alegría.

Ochenta peregrinos de Guerrero que viajan en tres camiones de carga con caja de madera, de los de transportar ganado, se bajan del camión por turnos para correr tramos de medio kilómetro portando una antorcha. La peregrinación es un gran sacrificio para ellos. Cansancio y, al final, frío. Cuando llegan a la cima del poblado de Tres Marías, situado a un lado de la carretera Cuernavaca-México, en donde como muchos otros duermen, la temperatura es de tan sólo dos o tres grados centígrados. Estamos a más de 2.200 metros de altura sobre el nivel del mar y por la noche, al raso, hace verdadero frío. Las monjitas de un convento cercano reparten café y pan a los peregrinos. Este grupo duerme en los camiones sólo un rato antes de reemprender la marcha.

Raúl Torres, de 24 años de edad, salió el martes por la mañana de San Lorenzo Chiautzingo, en Puebla, con 700 pesos en el bolsillo que ganó haciendo artefactos pirotécnicos en horas fuera de su trabajo habitual. Viene “para pedirle que nos haga el paro, que nos dé chamba más seguido y nos cuide a la familia”. Por el camino le han ofrecido comida y bebida gratis. Al llegar, nada de hoteles para pernoctar, “no nos alcanza, nos quedamos a la intemperie con nuestras cobijas”. Hoy por la tarde, cumplimentada la Virgen, se subirá a la caja de un camión, que le cobrará cerca de 70 pesos, para regresar a su casa, y lo hará feliz.

Agustín Pérez, de 71 años, llega con su hijo Alfredo y su nieta Renata, vienen de Resurrección, un poblado cerca de Puebla, a 300 km de la capital, de donde salieron a las cinco de la mañana del miércoles para poder llegar al amanecer del jueves a las cercanías de la basílica. “El camino es largo, pero con fe llegaremos a tiempo”; viene también para pagar sus “mandas” y homenajear a la Virgen, en este 12 de diciembre. Quince horas caminando. Una manta y cuatro tortas de frijoles con huevo es lo que traen consigo. Descansaron unos minutos tan sólo a mediodía, en un poblado cercano al Paso de Cortés, en la zona del volcán Popocatépetl. Comieron un poco y continuaron. Al llegar a la carretera México-Puebla alguien les ayudó: personas bien trajeadas que bajaban de sus “camionetotas” de lujo bolsas con comida. Un poco más de esfuerzo y… “Por fin llegamos, hijos” dijo Agustín; eran las doce de la noche. Él, antes de la muerte de su esposa Magdalena, prometió a la Virgen visitarla en su templo si ésta la curaba; aunque ella murió, él sabe que “nadie tiene la vida comprada y la Señora del Tepeyac hizo lo necesario”. Ya era de madrugada; buscaron un sitio para extender sus cobijas, y descansaron esperando a la mañana para asistir a la primera misa.

Jorge González, de 33 años, no podía más pero, no sabe cómo, al fin llegó. Venía de Nezahualcóyotl, en el oriente del estado de México, para pedirle a la Virgen de Guadalupe por la salud de su mamá. “Está enferma desde hace un año del estómago”, dice el agotado hombre, quien promete entrar a la Basílica de rodillas, todos los años, si su mamá se recupera.

María de los Ángeles, 16 años, va de rodillas rumbo a la Basílica. “¡Vengo a que me perdone la virgencita por todo lo que he hecho; “Quiero que la Virgen me quite lo vaga”. Ella viaja con la Carrera Guadalupana desde Perote, Veracruz, para pedir perdón a la Virgen de Guadalupe, por “ser vaga” y “peleonera”.

El altavoz del Centro de Atención de Personas Extraviadas y Ausentes no dejó de sonar todo el tiempo: “a la niña Mayra Cardozo de siete años le esperan sus familiares… al señor Samuel Ramírez Sánchez de San Martín Texmelucan lo esperan en este lugar”…

Entre los muchos que ayudan a los peregrinos durante la marcha, que los hay a miles, sólo dos muestras:

Carlos Fuentes, no el escritor, en este caso es su tocayo, un simple catequista, se puso en una esquina de la calzada de Guadalupe a regalar “paletas de hielo” (polos de agua) a los fieles a la Virgen María. “Compramos mil paletas. Es para ayudar a nuestros hermanos que vienen de lejos, que no traen dinero y que a veces aquí la gente se mancha con ellos”.

Miguel Ángel Reyes, con una familia de cuatro hijos, ahorró lo que pudo un mes y se lo gastó – 1.500 pesos – en comprar una tonelada de naranjas. “Las regalo a los peregrinos para darle gracias a la Virgen porque siempre me ha ido bien en el trabajo”.

México es un país increíble. Y un país de contrastes. Hay de lo mejor y de lo peor en México para dar y tomar. Pero su gente tiene valores. Yo creo que en México la gente lo que necesita es que sus dirigentes estén a la altura de los mexicanos. Qué afronten seriamente los tremendos problemas que el país tiene y que México llegue a alcanzar las oportunidades que se le brindan y se le van a brindar en los próximos años.

No sé si hay que pedírselo a la Virgen Morena o hay que exigírselo a los que mandan, pero México y los mexicanos se merecen un futuro mejor.

Ojalá lo logren. Lo van a lograr.

CRÓNICAS MEXICANAS, I

Un día cualquiera, o casi, en México: Rogelio Calderón Castro, agente anti tráfico de drogas, fue acribillado -ocho impactos de bala- cuando viajaba en coche en Ecatepec; Jesús María Elizalde Moreno, subcomandante de la policía de Rosario, en Baja California, fue ejecutado en su propio coche, en la carretera a Tijuana, por un grupo de individuos que le venían siguiendo en varios coches; en Sinaloa un agente de la policía ministerial fue tiroteado a la una de la tarde y murió desangrado en plena calle; en Durango, durante un baile, siete personas fueron asesinadas por un grupo armado; también en Sinaloa, en San Dimas, encontraron dos cadáveres en el interior de una furgoneta; y por fin, en Guerrero fueron hallados cuatro cuerpos, uno de ellos en el maletero de un coche.

En total veinticinco asesinados en solo un día.

Ayer también se confirmó que los restos encontrados en Tlalpan, Mexico DF, pertenecen a la joven Silvia Vargas, secuestrada hace un año y tres meses cuando iba al colegio; sus secuestradores pedían más de 2 millones de pesos a cambio de su libertad, pero éstos ya la habían asesinado hace mucho tiempo. El secuestro se atribuye a “Los Rojos”, una banda organizada de delincuentes cuyo líder, Raúl Ortiz, se ha escapado del control de las autoridades ya en dos ocasiones: en marzo de 2000 se fugó del penal de Chilpancingo, Guerrero, en el que estaba cumpliendo condena y el 27 de septiembre pasado, cuando la policía federal lo detuvo cuando iba a cobrar una extorsión, se volvió a fugar aprovechando que le estaban haciendo un reconocimiento médico en un hospital. Se sospecha de la banda porque Óscar Ortiz, hermano de Raúl, fue durante dos años el chofer de Nelson Vargas, el padre Silvia.

El día podía haber sido incluso peor pues un grupo de delincuentes tiroteó una sede de la policía en la que había al menos cuatro agentes.

Y algo así se repite cada día.

Lo peor, según manifestó recientemente el Presidente de la República, es que la mitad de los policías, “no son recomendables”. De once mil agentes de nuevo ingreso en la Policía federal, evaluados en un programa ad hoc recientemente implantado por el Centro de Control y Confianza, el 49.4 % resultaron “no recomendables”. El nivel de “no recomendables” a nivel municipal llega al 61.6 %. Las peores policías son las de Baja California y Zacatecas con un 88.9 % y un 70.7 % de agentes inadecuados.

El presidente Felipe Calderón dijo que no tolerará funcionarios públicos corruptos y pretende transformar de raíz las policías de México: “no descansaremos hasta que México sea el país seguro y libre que queremos que sea “.

México tiene una tasa de casi once asesinatos por cada cien mil habitantes. En este año, el crimen organizado ha provocado casi cuatro mil muertes; cada día, de promedio, hay dos secuestros.

Se debe parar esto a cualquier precio sino se quiere llegar a ser un estado fallido. Y se parará, cueste lo que cueste si se lucha con la determinación que se está haciendo ahora.

¡Suerte en el empeño!

LA SITUACIÓN DE MÉXICO HOY, TAL Y COMO YO LA VEO

Estoy por aquí desde que empezó el mes de Diciembre y no he querido escribir nada antes de poder “platicar” con todo el mundo, leer la prensa local, ver la televisión, etc. durante dos semanas, para hacerme cargo de la situación y no precipitarme en mis apreciaciones.

Para mí México es algo muy cercano, casi propio. Tengo, como algunos de vosotros ya sabéis, dos nietos mexicanos y visito regularmente el país desde hace siete años, desde que mis hijos viven aquí, en Querétaro.

Durante estos siete años México no ha parado de mejorar. ¿Podrá seguir haciéndolo? En pocos meses México afrontará unas elecciones legislativas; no son elecciones presidenciales, pero revisten gran importancia en un contexto en el que hay tres grandes partidos en el parlamento: PAN, PRD y PRI, con presencia parecida, sin que ninguno pueda alcanzar la mayoría. La situación política, después de los muchos problemas que provocó la oposición radical del PRD al comienzo del mandato del actual Presidente de la República, con sonoras protestas en la calle por lo apretado del triunfo, que de entrada no admitían, ya hace meses que se aplacó. Esta línea de no admisión del resultado y de oposición frontal enrabietada ha desgastado algo al PAN, el partido del Presidente Felipe Calderón; pero sobre todo, a nuestro entender, ha desgastado aún más al propio PRD, y especialmente a su líder, como evidencian las encuestas; y, curiosamente, le ha dado oxígeno al PRI, el partido que gobernó México durante décadas, en el que cada Presidente electo, designaba al candidato que le iba a seguir a través del famoso “dedazo”, después de meses de dudas y cábalas acerca de quién sería el “tapado”. El nombre – Partido Revolucionario Institucional – es toda una declaración de lo que el partido representa. Afortunadamente para México eso parece ser algo del pasado y la alternancia está establecida, con los obvios efectos beneficiosos que supone. Desde el punto de vista institucional, México continúa evolucionando lentamente hacia una sociedad cada vez más democrática, a través de reformas basadas en el consenso de los tres partidos. No parece que las elecciones vayan a provocar cambios sustanciales en ese panorama, aunque faltan aún varios meses y el deterioro de la situación económica, junto con el desgaste que trae consigo gobernar tomando medidas fuertes, se está notando. Ahora, por ejemplo, el PRI está atacando demagógicamente al Gobierno promoviendo la implantación de la pena capital para los secuestradores que asesinen, cuando México está comprometido a través de muchos tratados y acuerdos internacionales a no implantarla. Hay que oír los argumentos que se están empleando en prensa y TV en esta campaña para ver hasta qué punto es demagogia preelectoral que apela a los más básicos instintos del ser humano.

Felipe Calderón ha emprendido una durísima batalla contra el narcotráfico, cuya estructura delictiva ya amenaza gravemente al conjunto del estado, en la que, por vez primera ha involucrado al ejército. Está plantando cara con firmeza sin precedentes a la delincuencia organizada y también ha emprendido una campaña de tolerancia cero ante la corrupción rampante que afecta a gran parte de las estructuras públicas y privadas de la economía, la policía, la judicatura y la administración mexicana. Prosigue en el país – con éxito relativo, por no decir sin éxito – la lucha contra la pobreza: de acuerdo con las estimaciones del propio Gobierno, el 40 % de la población es pobre y el 18 % es extremadamente pobre.

El Gobierno ha seguido, en general, una política económica ortodoxa, que hasta hace bien poco le estaba dando buenos resultados. México, con ciento cinco millones de habitantes, la mayor nación entre las que hablan nuestro idioma, es la segunda economía más grande de América Latina. Tiene muchos recursos naturales, un clima amable, un litoral de más de 11.000 km. y una frontera de 3.000 km. de longitud con los EEUU, lo que representa la mayor y más amplia brecha de renta del mundo y explica el tremendo movimiento migratorio de mexicanos hacia el Norte. Como bien dice un corrido del famoso grupo “Tigres del Norte” titulado “Somos más americanos” que habla de los sentimientos de un emigrado a EEUU: “yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó, América nació libre, el hombre la dividió…, yo soy la sangre del indio, soy latino, soy mestizo, y si a los siglos nos vamos somos más americanos que todititos los gringos”. Para los mexicanos los ocho estados que EEUU les usurpó – Texas, California, Nuevo México, Arizona, Colorado, Nevada, Utah y Wyoming – son cada vez más suyos. México es el país del mundo con mayor población emigrada al extranjero, principalmente a los EE.UU., lo que representa perder anualmente un gran capital humano con gran potencialidad productiva, aunque eso reduce la presión de la demanda de trabajo en el país. La regularización de los ilegales, que parece claro que el Presidente electo de EEUU propicia, y un posible acuerdo migratorio con EE.UU. son los temas candentes de la agenda bilateral.

La evolución del PIB mexicano depende mucho del comportamiento de la economía de los EEUU. Entre 2001 y 2003 la situación fue de casi estancamiento económico; en 2004 la economía volvió a crecer; en 2005 se mantuvo la tendencia, aunque a un ritmo menor por el impacto de la caída de la demanda de los EE.UU.; en 2006 el crecimiento llegó al 4,9 %; en 2007 fue del 3.2 %; en 2008 apenas llegará al 2 %; en 2009 la estimación es del 1 %; y sólo en 2010 se prevé que cambie la tendencia con una estimación de crecimiento algo superior al 3 %. El bajo crecimiento de este año y del próximo supone de hecho una recesión para un país en desarrollo que necesita tasas más acordes con el potencial de crecimiento de su economía para crear o simplemente sostener el empleo.

El valor de las exportaciones representó el 32% del total del PIB en 2007. Según el Banco Mundial, en 2007, la renta per cápita era de 8.340 dólares, la más alta en América Latina. La esperanza de vida al nacer era de 74 años, en 2006, la escolarización de los niños pequeños era del 98 %. México es ya una economía muy abierta, de las más abiertas del mundo, y ha mejorado su flexibilidad; con todo, aún queda mucho por hacer. Como decía el otro día en la conferencia que dicté desde Querétaro para dieciocho campus de la Universidad del Valle de México: de 181 economías analizadas por el informe “Doing Business 2009”, México ocupa el lugar 115º en facilidades para abrir un negocio, el 33º para conseguir permisos de construcción, el 141º para contratar trabajadores, el 88º en registro de propiedades, el 59º en obtención de créditos bancarios, el 38º en protección eficaz de inversores, el 149º en carga impositiva, el 87º en tráfico transfronterizo, el 79º en garantía de cumplimiento de contratos y el 23º en facilidades para el cierre de empresas. Para relativizar estos datos transcribo los del mismo informe para España, que no son mucho mejores: España ocupa el lugar 140º en facilidades para abrir un negocio, el 51º para conseguir permisos de construcción, el 160º para contratar trabajadores, el 46º en registro de propiedades, el 43º en obtención de créditos bancarios, el 88º en protección eficaz de inversores, el 84 en carga impositiva, el 52º en tráfico transfronterizo, el 54º en garantía de cumplimiento de contratos y el 19º en facilidades para el cierre de empresas. En conjunto España es el 49º del ranking en facilidades para hacer negocios y México el 56º. Los dos países tenemos trabajo si queremos que nuestras economías salgan con más facilidad de la crisis.

La inflación general anual en México subió en el tercer trimestre al 5.48 %; en el segundo trimestre era de 4.92 %. Aunque el menor crecimiento global y el descenso del precio del petróleo y el resto de primeras materias alivian esa tensión y se prevé una disminución de la inflación en 2009. Gravemente afectado por la brutal caída de la demanda a EEUU a dónde exporta muchas de sus manufacturas y por la caída de los precios del petróleo que también exporta significativamente, México afronta una etapa dura de ajuste que debe aliviar con inversiones públicas en infraestructuras para lo que ya tiene un ambiciosísimo plan, que ahora se enfrentará a dificultades adicionales para su financiación que esperemos que sepa resolver. Todo esto en medio de una lucha a muerte contra el narcotráfico, contra la delincuencia organizada, contra la corrupción y con el reto de disminuir la pobreza extrema y mejorar la educación y la salud. Además, por si fuera poco, tienen muchos desafíos institucionales que abordar en la organización política, administrativa, legal y judicial.

Pero México es un país extraordinariamente joven y dinámico que está en plena transformación. Los menores de 15 años son el 30 % de la población. En los próximos diez años ingresarán al mercado de trabajo casi un millón de mexicanos. La demanda de educación es cada vez mayor a todos los niveles. La edad media es de 30 años en 2008 pero pasará a 43 en 2050. Los cambios en la pirámide de población durante los próximos treinta años serán tremendos. Entre 2008 y 2050, la proporción de los menores de 15 años en la población total disminuirá de 30 a 17 %. Y el porcentaje de población en edad laboral llegará al 65.0  % en 2020, para descender a 62.0 % en 2050. La tercera edad – 65 años o más – pasará del 5.6 % en 2008 al 21.2 % en 2050.

Esperemos que al Presidente Calderón le vaya bien en la gestión de estos retos. Hasta ahora valor no le ha faltado. Los mexicanos siempre han sido valientes. La vida reserva lo mejor que tiene para aquellos que esperan más de ella. ¡Qué no les falte la esperanza a los hermanos mexicanos; que, si se lo proponen, podrán con todo!

¡Viva México!

Ciudad de México, 12 de Diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, de 2008.

LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN EN MÉXICO

Ayer fue el día mundial contra la corrupción. En México, bajo el mandato Felipe Calderón, se ha sancionado a más de once mil funcionarios por mal uso de los fondos y recursos públicos, con multas por cuatro mil millones de pesos, en un año. Además de las sanciones, se recuperaron más de 2.600 millones de pesos.

Petróleos Mexicanos (Pemex) Distribuidora e Impulsora Comercial Conasupo (Diconsa), aduanas y las áreas de la administración vinculadas con la construcción de obras públicas, son las más sensible a la corrupción.

Se ha puesto en marcha un programa “tolerancia cero”, de cuatro años, para hacer frente a la corrupción. Ni corrupción, ni sobornos, ni extorsión, ni trampas, ni tráfico de influencias ni amiguismo.

Casi la mitad de los ciudadanos utilizan la mordida para agilizar procesos en el país. Para hacer una campaña de anuncios anticorrupción, hace cuatro años, la Secretaría de la Función Pública (SFP) hizo una encuesta:  el 47% aceptaron que incurren en mordidas; sólo 24.9% consideró que el asunto más grave por resolver es la corrupción, mientras que para el 20.4%  estas conductas forman ya parte de su cultura.

Este es un asunto capital. Se calcula que cada mexicano gasta el  8 % de sus ingresos en alimentar la corrupción. Y lo peor no es ese coste directo, el coste de la corrupción es como un iceberg: sólo alcanzamos a ver la parte que sale del agua; el coste de la corrupción es, sobre todo, el coste de la ineficacia que introduce en el sistema al asignar los trabajos y los contratos no a los más eficaces sino a los que tienen mayor habilidad para corromper. La corrupción siempre tiene dos culpables: el que se deja corromper y el que corrompe.

Ojalá que este programa tenga éxito; Felipe Calderón ha dado muestras de coraje para abordar los problemas de su país por mucho coste que suponga para él y para su Gobierno.

No sólo es en México donde hay corrupción; ya hemos hablado otras veces de la corrupción en España y hoy nos desayunamos con el Gobernador de Illinois que, incluso, ha tratado de lucrarse de la decisión de nombrar al sustituto de Obama, que es una decisión suya.; quería dinero, una embajada, un puesto en Washington o un trabajo bien remunerado para su esposa  a cambio. Parece que esa no fue la única ocasión en la que trató de lucrarse desde su cargo. ¡Aún no ha dimitido!

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