Las bolsas de Tokio, Seúl y Hong Kong cayeron el 5% hoy, siguiendo la caida del Dow Jones, que perdió  ayer un 7%, la mayor caída de su historia. Las bolsas europeas, que ayer bajaron estrepitosamente, volverán a  bajar hoy; y no poco.

Ya os decía, antes del verano y bastante antes del último lío de la caida progresiva de toda la banca de inversión americana, que llegaríamos a 11.000 en el Ibex 35. Ahora creo que el suelo está más bien en los 10.000.

El lío procede de Estados Unidos y Bush, el pato cojo -así se les llama a los presidentes que deben abandonar la Casa Blanca en breve- parece, además de cojo, un pato loco. El imperio está sin César y nosotros, todo el mundo, movidos como una hoja caida del árbol a la que el viento de otoño -más bien un huracán esta vez-  mueve caprichosamente. El ojo del huracán está sobre la isla de Manhattan, pero el viento y la lluvia llega a todo el mundo.

Lo del mandato de Bush, que heredó una situación de claro superavit de Clinton, que se cargó en dos años, va a pasar a la historia como el mayor desastre de una administración federal de la historia americana. Y no sólo en lo económico. ¿Hay dudas aún entre el pueblo americano de quién debría ser su próximo Presidente? Pues parece que todavía las hay. Claro que la actuación en la crisis de los dos candidatos les ha dejado a ambos en evidencia: parecen bastante flojitos los dos, aunque en este momento los dos deban cuidar más no cometer errores que acertar -otra vez la política a corto condicionando todo- su actuación ha demostrado que no lideran de momento nada.

Pretendían arreglar de un plumazo el tremendo follón montado por años de intereses excesivamente bajos, de desregulación creciente de los mercados, de una burbuja inmobiliaria alentada dando crédito a quien no lo podía pagar, de una codicia extrema de los directivos alentada por los escandalosos bonus, de una ingeniería financiera que rozaba la estafa que revendía varias veces la deuda de las hipotecas basura, de falta de control por parte de las agencias de rating, etc.  con un plan de tres páginas elaborado por Paulson, el Secretario del Tesoro, que costaría entre 700.000 y 1.300 miles de millones de dólares. o sea más de 2.000 dólares por cada ciudadano americano, incluyendo el tercio de la población que son pobres casi de limosna. Para poder pactarlo en el Congreso hizo falta redactar uno de 100 páginas, matizando y complementando el apresurado e improvisado que Bush, amenazando con todos los males, pretendía colar. El plan finalmente fue rechazado por la mayor parte de los senadores republicanos y una parte importante de lo demócratas; ¿Por qué?: todo el Congreso y un tercio del Senado se va a renovar en Noviembre, al tiempo que eligen al Presidente, y la mayor parte de los Congresistas pretenden ser elegidos de nuevo; sus posiciones deben explicarlas a sus electores en las próximas semanas. No es sólo aquí en donde los políticos djean de lado los verdaderos problemas del largo plazo por atender a los problemas coyunturales de corto plazo de los que dependen sus intereses electoralistas. En USA también.

El artífice del plan, Paulson, es un hombre con más de 500 millones de dólares de fortuna, ¿sabéis dónde la hizo? trabajando en Golman Sachs, uno de los más conspicuos bancos de inversión de Wall Street. Es como poner a la zorra a cuidar del gallinero. ¿No?

Son las 09:00 horas y voy a enchufarme a la bolsa a ver lo que hay.

¡Vaya día! A mirar y a aprender, amigos. Esta lección no la deberéis olvidar en vuestra vida.

Aquí parece que Rodríguez Zapatero quiere reunirse con Rajoy a hablar de economía: ¡pero si no tienen  ni idea ningunos de los dos! ¿De qué hablarán?