Comento, a petición de Daven, para todos vosotros, lo que se sabe de la creación de un fondo gubernamental que comprará hasta 50.000 millones de euros de activos financieros a la banca –bancos y cajas- española. Esta iniciativa y el incremento de las garantías de los depósitos son las dos medidas del plan de España contra la crisis bancaria.

Lo que hará el Estado, en síntesis, es captar deuda pública por ese importe y prestársela a los bancos a medio o largo plazo a un tipo mayor al que lo haya captado y con garantía plena sobre activos reales. Eso aliviará a los bancos en sus balances y les “obligaría” a prestar dinero a empresas y familias para descongelar la actual situación de “credit crunch”. Únicamente se comprarán activos que tengan una alta calificación crediticia y esa es la principal diferencia con el plan de rescate de Estados Unidos, aunque la valoración la van a hacer las agencias de rating –Standard & Poor’s, Moody’s, Fitch, etc.- cuyo prestigio está en entredicho desde la valoración que hicieron de los activos estructurados tóxicos contaminados por las hipotecas subprime. No se ha precisado qué activos son los que se comprarán pero se insistió hasta la saciedad en que serían de la máxima calidad; o sea: titulizaciones y cédulas con una garantía real detrás. Así los bancos y cajas podrán dar salida de su balance a parte de las hipotecas que han estado dando y que no han podido colocar en el mercado interbancario. ¿Y los activos no hipotecarios?, ¿se comprarán si tienen garantías?

El plan se aprobará mediante decreto ley y eso no es una buena forma de hacerlo. Se hace así para evitar la imagen de desunión que se daría por la previsible oposición del PP. Aunque si se llevara al Parlamento  y el PP tratara de aprovechar la circunstancia para oponerse, y eso no sería bueno, haciéndolo así también se opondrán y será, seguro, a nuestro juicio, peor.