Dice la RAE de trola. (Del ant. hadrolla o fadrolla, adrolla; cf. aladroque). 1. f. coloq. Engaño, falsedad, mentira.

Digo yo de Hipertrola. f. coloq. Neologismo que significa grandísima mentira, grandísimo engaño, tremenda mentira.

Supongo que todos habréis visto el anuncio de Iberdrola en el que una multitud de figuras humanas se va apilando hasta formar una enorme presa hidráulica o un tremendo aerogenerador. Es una alegoría preciosa. Como dirían los añorados e inolvidables “Martes y Trece”, con voz nasal y engolada, como si fueran un cura cursi en un púlpito: “es un anuncio muy “botito”, es “realmenente brecioso”. El mensaje principal dice: Iberdrola, una manera de hacer las cosas. ¡Y tanto!

¿Para qué se hace publicidad? Normalmente para incrementar la demanda de lo anunciado. No debe ser así en este caso. No veo a nadie encendiendo compulsivamente un electrodoméstico influido por el mentado anuncio. No es eso. ¿Qué pretende entonces el anuncio? ¿Tal vez maquillar el escándalo que a muchos nos genera ver las retribuciones de su Consejo de Administración? Insisto no lo sé. Pero debo especular, porque normal no me parece.

Me hubiera gustado ver también a esos hombrecillos apilarse en forma de central nuclear, con el conspicuo perfil de la cúpula del reactor incluido, o en forma de central termo eléctrica de carbón o de fuel oil con los hombrecillos formando la central… y también con hombrecillos formando el penacho de la chimenea que caería luego mansamente, en forma de lluvia ácida aniquilando un bosque cercano.

Pero aún me hubiera gustado más un anuncio con los hombrecillos en otro papel. Imaginaos la mesa del Consejo de Administración, y a cada uno de sus miembros representado en el tamaño correspondiente al número de veces que su retribución multiplica a la retribución correspondiente a un profesional de su categoría y de su antigüedad, de acuerdo con el Convenio Colectivo; vaya impacto: ver a cada uno representado por la agregación de tantos hombrecillos como veces su sueldo multiplica al del hombrecillo. ¿No sería precioso? ¿A qué no se atreven a copiarme la idea?

El Consejo cobró 11, 1 millones de euros. Más de la mitad, el 57,2 % se lo llevó el Presidente. Pero además se llevó otros 10,2 millones de incentivos por el plan estratégico anterior, salida a bolsa de renovables, vencimientos de planes de acciones, plan de pensiones etc. con cargo a ejercicios anteriores.

La alta dirección se llevó 5,4 millones y 8 millones más de incentivos.

Y aún dicen que “la política prudente de Iberdrola en materia retributiva le llevó a destinar a salarios del Consejo sólo el 1,3% de sus beneficios, pese a que, según sus estatutos, puede llegar al 2%”. Menos mal que “Para 2009, el Consejo de administración de Iberdrola ha acordado congelar las retribuciones del máximo órgano de gobierno y también los salarios de la alta dirección.” ¡Vaya gesto!

No me parece nada complicado gestionar una compañía con la demanda cautiva y los precios intervenidos por tarifas. Lo único que deben hacer es gestionar en función de la previsión de la demanda qué centrales se arrancan o se paran en cada momento. Lo hacen jóvenes ingenieros con la ayuda de un programa no muy complejo. Y cobran poco más de 2.000 euros al mes. Es mucho más complicado gestionar una granja de cerdos, por ejemplo. Lo que sí es de verdad complicado es montárselo como se lo montan para llevárselo crudo y que nadie las pie. Eso sí que tiene mérito. Hace falta morro… y talento. ¿Será por eso por lo que hacen esa publicidad tan bonita?

¡Atentos! en la próxima Junta de Accionistas nadie dirá ni pío. Será que les parece bien. A mí, que no soy accionista, me escandaliza. ¡Soy un estrecho!