El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

TONTERÍAS DEMAGÓGICAS

Miguel Sebastián, ministro de Industria, Turismo y Comercio de España, en un desayuno con la prensa, la semana pasada, recomendó consumir productos «made in Spain» para combatir el paro en España. Bastaría con que 150 euros del gasto anual de cada español que se dediquen a productos extranjeros se cambien por consumo de productos nacionales. Así se compensaría el efecto en el empleo de que el consumo caiga en 7.000 millones de euros en el año en curso. Dijo que así se podrían salvar 120.000 empleos en 2009. «No decimos que la gente consuma más sino que en el hábito de consumo se introduzca el factor español».

A mí, lo dicho por Sebastián me ha recordado a algunas cosas que decían los Ministros de Franco cuando yo era pequeño, cuando pensaban en la autarquía como forma de defender a España de las perversas democracias occidentales y sus maquinaciones contra España, dirigidas siempre por la masonería internacional. Tal vez Miguel Sebastián hubiera podido hacer un buen papel al lado de Ministros de talante demagógico y populista de esa época como Solís, “la sonrisa del régimen”, o Girón de Velasco “el león de Fuengirola”. ¿Cómo habría que llamarle a él? Se me ocurren muchas ideas al respecto pero no quiero parecer ofensivo.

O sea que siglos después de que Adam Smith descubriera que el comercio mundial contribuía a la riqueza de las naciones haciendo que cada quien se especialice en lo que puede hacer mejor y comerciando luego entre todos; muchos años después de que la disputa entre librecambistas y proteccionistas esté más que saldada; cuando todos los países acaban de consensuar que un nuevo proteccionismo sólo agravaría la crisis, viene Sebastián y redescubre la autarquía como forma de preservar a nuestra economía.

¿Qué pasaría si todos los países hicieran lo mismo?, ¿a dónde iríamos todos, ¿retrocederíamos más de medio siglo en el progreso de la humanidad?, ¿o un siglo entero?, ¿o varios siglos?

Sr. Sebastián: creía que era muy listo y, ahora, me parece muy poco listo. Eso no puede ser así. Seguro que es Vd muy listo. ¿Entonces es que es un demagogo? No me deja muchas opciones a la vista de que de vez en cuando, más de lo debido,  dice tonterías demagógicas.

¿Os acordáos de las medidas para ahorrar energía?

7 Comentarios

  1. Álvaro Gutiérrez

    enero 26, 2009 at 5:27 pm

    Es un poco absurdo lo que dice el ministro, en mi opinión. Sería como el avestruz que esconde la cabeza en el hoyo. ¿Volver a cerrarse en torno al consumo de productos españoles cuando tenemos nuestra experiencia y la de otros países, de que cerrarse al mundo sólo te estanca (así andamos ahora, llorando por no ser llamados a mesas internacionales para salvar la economía, y ojo, no digo que no seamos una potencia económica relativamente importante…)?
    Más vale que en vez de decir este tipo de cosas, se preocupe un poco más por pelear por que el resto del mundo compre los productos españoles, que beneficiaría mucho más a la economía nacional…

  2. Guillermo Suárez

    enero 26, 2009 at 7:01 pm

    Estoy intentando seguir la propuesta del ministro. He empezado por hacer una lista de productos «made in Spain», pero la cesta de la compra se me está quedando un poco coja.

    ¿Qué es más español? ¿una camiseta de Inditex confeccionada en Marruecos y comprada en Bruselas o un polo de Lacoste con la bandera de España en el cuello y comprado en el Corte Inglés? ¿Y entre un Seat diseñado en Alemania y un Ford hecho en Valencia?

    Seguro que Adam Smith se sacó de la chistera lo de la ventaja absoluta para no tratar con temas tan delicados. Solo espero que los fumadores se den al Ducados como posesos para así salir de esta crisis.

  3. Sebastián Alessandrini

    enero 26, 2009 at 9:49 pm

    Después de lo que han luchado para integrarse a otros países y del éxito que han logrado por haberlo hecho, me parece simplemente una «animalada”. Es bastante ofensivo para el resto de los países de la UE.
    Este hecho me recuerda a: Cuando hay que justificar lo injustificable!

    Saludos desde Buenos Aires

  4. Hoy en día casi empieza a no tener sentido hablar de exportaciones o importaciones. Lo que hay detrás de cada bien o servicio que consumimos son decenas o cientos de transacciones entre empresas de diferentes países.
    Cualquier cosa a nuestro alcance ha sido diseñada en otro país, fabricada en otro diferente, con materiales procedentes de otros distintos, fabricadas con patentes regsitradas por otros, etc.
    ¿De qué habla esta gente?
    Saludos.

  5. luis raventós

    enero 27, 2009 at 5:53 pm

    Exacto, es que no tiene sentido, es absurdo y una estupidez el pensar que hay productos 100% «puros» de un país.

    Incluso las empresas están participadas por otras empresas, que a su vez las participan otras empresas y que estas a su vez son participadas seguramente por empresas que no son del país origen.

    Esto me recuerda lo de «consuman productos catalanes» pero a la inversa, vamos, demagogia ó estupidez supina.

    Lo que haga falta para que miren los fuegos artificiales…

    Un saludo a Sebas!!!!

  6. Pues yo ya estoy preparando el huerto del jardín, para abastecerme de tomates pata negra. Y como no creeis en ello, no pienso repartirlos.

    Fuerza y valor
    Fran

  7. Javier Sacristan

    febrero 4, 2009 at 12:29 am

    Estoy de acuerdo con la crítica a las declaraciones basadas en los incuestionables beneficios del librecambismo frente al proteccionismo pero creo que sería interesante enfocarlo desde el punto de vista de la teoría de juegos.

    Dada la extensión global de planes financieros nacionales de salvamento para sectores estratégicos carentes de coordinación alguna a nivel internacional y teniendo en cuenta la inclinación proteccionista tomada por dos de los países con mayor peso económico y tradición librecambista como son EEUU («buy american») y Reino Unido(presión sindical y popular contra trabajadores no-nacionales)debemos plantearnos la posibilidad real de un giro proteccionista generalizado.

    Haciendo una equivalencia con el dilema del prisionero en este supuesto los diferentes jugadores/países se sentirían incentivados a proteger a los agentes económicos nacionales y un jugador/España no tendría la capacidad de cambiar las posturas del resto debiendo elegir entre adaptarse/protegerse o aceptar un castigo mayor.

    La principal inaplicabilidad del dilema del prisionero en este caso proviene de la posibilidad de comunicación entre los gobiernos nacionales que unida al sentido común y presión popular debería conducirnos a la mejor solución para todos.

    En conclusión dependemos en buena medida de la capacidad de entendimiento e nuestro lideres que sin intención de mostrarme pesimista hasta el momento (Davos,Foro Social Mundial…)no ha resultado.

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