El blog de Gustavo Mata

Estrategia: Las reglas del juego en los negocios

OTRA VEZ; MÁS DE LO MISMO

Hoy nos toca leer en la prensa otra noticia del mismo tipo que la que nos inspiraba nuestro artículo de ayer. Esta vez es un alto cargo del gobierno socialista el que, con manifiesta falta de estética y con, al menos, discutible falta de ética, pasa a defender intereses privados: D. David Taguas, Director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno en la pasada legislatura, será ahora el Presidente de SEOPAN (Sociedad de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional). En SEOPAN están todas las grandes constructoras como ACS; FCC; Acciona; Ferrovial; OHL, entre otras.

En su trabajo, D. David ha conocido bien a todos los empresarios del sector que ahora le proponen para ese cargo. La Oficina Económica del Presidente ha apoyado los grandes proyectos de internacionalización de las grandes constructoras españolas y también ha diseñado programas para ayudar al sector de la construcción de viviendas en la actual situación de profunda crisis.

El nombramiento está pendiente de estudio por parte de Administraciones Públicas. ¡Sí!, ¡necesitan estudiarlo! Por lo visto, todavía no está claro si hay incompatibilidades legales que impidan el salto de D. David, de lo público a lo privado. Aunque el Sr. Taguas era un asesor y no un ejecutivo, además de dirigir la oficina del Presidente, formaba parte de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos del Gobierno, con categoría de secretario de Estado. Pues nada, ¡qué lo estudien! Ojalá me equivoque, pero ya lo veréis, seguro que es legal.

Parece, según fuentes de La Moncloa, que el Presidente del Gobierno está desagradablemente sorprendido por la noticia. Se supone que además de sorprenderse “a posteriori” tal vez pudiera haber hecho algo “a priori”. ¿No?

Parece que Taguas está ilusionado con la nueva tarea. ¡Vaya! ¡Menos mal! Sin ilusión, como decía Hegel, no se puede abordar nada que merezca la pena ser abordado. ¡Suerte D. David!

¡Madre mía! ¡Qué bochorno!

7 Comentarios

  1. Realmente, es preocupante pensar que estos cargos en empresas privadas pudieran suponer algún tipo de «recompensa» por su excelente gestión pasada…

  2. JOSE LUIS NUÑEZ

    mayo 1, 2008 at 4:32 pm

    Yo creo que esta asunto de Taguas, al igual que lo de Zaplana, son legales, pero no justos ni éticos. Desprenden un cierto tufillo….

    Tanto que les gusta a los gobiernos legislar y crear normas, pues deberían crear alguna norma que regule la actividad de los políticos de cierto rango una vez que dejen el cargo, bien voluntariamente, bien por que sean cesados, o bien porque pierdan las elecciones. Puesto que todos cobran sus salarios durante un tiempo, sería cuestión de regular una determinada incompatibilidad con la actividad privada durante un tiempo.

    Merecería otro debate Gustavo, los políticos que se aferran a sus cargos o se les crea uno «ad hoc» y que no dejan la actividad ni el salario público ni con agua hirviendo. Estos casi me precupan más que los anteriores, pues no es seguro que estos especímenes sepan hacer algo fuera de lo público, y mucho me temo que ninguna empresa privada les contrataria. Seguro que todos conocemos algún caso….

  3. Carlos, nadie lo puede probar, pero, es lo que parece.

  4. Hola José Luis, creo contigo que la gama de comportamientos…, digamos inadecuados, de los políticos, es amplia.
    Puede que el problema sea la facilidad con la que todos y cada uno de los ciudadanos los consentimos -seguimos votándoles – y las pocas veces que los penalizamos – dejando de hacerlo -.
    Sostengo que en este país tenemos un problema derivado de que votamos en contra de… en lugar de a favor de…, y así resulta muy difícil cambiar el voto y castigar a los políticos y a los partidos en función de sus comportamientos. Las listas abiertas ayudarían mucho.
    En todo caso, no nos callemos, cuando los veamos.
    Saludos.

    P.S. Efectivamente, como anunciaba en el artículo, ya han dicho que lo de Taguas es legal.

  5. Creo que me toca hacer de abogado del diablo. Esta claro que el paso de la actividad publica a la actividad privada es delicado, y siempre ira acompañado de dudas sobre la honestidad de sus protagonistas. Considero que debería ser habitual la participación en politica de cualquier ciudadano, y esta podría ser mas productiva si el ciudadano es profesional de la gestión. La política no puede ser una profesión, un trabajo. En España así es, y nos encontramos con la creación de nuevos cargos politicos que pagamos entre todos, que si son, a mi entender, de dudosa utilidad. No conozco al señor Zaplana ni al señor Taguas, pero en principio creo que merecen ser considerados honestos.

  6. Ya sabes que de fondo yo no pienso como tú, aunque pueda compartir alguno de tus argumentos; pero lo normal con las opiniones es que cada uno tenga una. A mí, como seguro que te pasa a ti, me gusta oir las de los demás.
    Saludos

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